Marc Márquez y su nueva Honda RC231V empiezan a meter miedo en la parrilla de MotoGP. La manera en que el tetracampeón del mundo más joven de la historia actuó en el circuito de Losail (Doha, Catar), un trazado que nunca le han ido bien a su pilotaje ni a su moto, cruzando la meta a 67 centímetros del italiano Andrea Dovizioso (Ducati), su comportamiento, cierto, excesivamente fogoso, pero muy, muy, superior a los demás en una inestable y peligrosísima pista de Termas de Río Hondo (Argentina), donde hubiese podido ganar o llegar al podio si no se le para la moto en la parrilla y, sobre todo, la arrolladora manera con la que volvió a ganar, por sexto año consecutivo, en Austin (Texas, EEUU), hace temer lo peor a sus máximos adversarios. Especialmente a los veteranos ‘Dovi’ y Valentino Rossi, que en el Gran Premio de las Américas ni siquiera pudieron pelear por una plaza del podio, visto el ritmo que Márquez imprimió a la carrera.

El español, que corrió con varios grados de fiebre y un fuerte resfriado la carrera de ayer («quise gritar victoria en el interior de mi casco, pero estaba muerto y no me salía la voz de lo resfriado que estoy»), dominó a placer la carrera desde la cuarta curva, cuando superó a un inspiradísimo Andrea Iannone (Suzuki), hasta pasar bajo la bandera a cuadros mientras todo su equipo se encaramaba a la verja de su muro en señal de victoria. «Hubo un momento que llevaba seis segundos de ventaja a Maverick (Viñales) y pensé que sería bueno llegar a la barrera mítica de los 10 segundos, pero me había caído el viernes, me había caído el sábado y no quería desperdiciar esta victoria tan importante por esas cosas, así que me reprimí».

Se trata de la primera vez desde que Márquez debutó arrolladoramente en el 2013, que el piloto catalán habla abiertamente de que se encuentra muy, muy, feliz sobre su nueva moto. Es más, Márquez considera que el paso adelante que ha dado la Honda, especialmente en el aspecto electrónico, le ha permitido a él e, incluso, a Cal Crutchlow, ganador en Argentina y que ayer perdió el liderato del Mundial al caerse, pelear siempre por los puestos de honor. «Estamos bien, muy bien, y creo que seremos competitivos desde el primer día en todos los circuitos, pero no podemos dormirnos porque todas las marcas han evolucionado mucho sus motos. Ahí están las Suzuki, que han logrado dos podios, con sus dos pilotos, en dos trazados distintos. Y, ya ven, en medio del silencio de siempre, ‘Dovi’ vuelve a ser líder del campeonato».

Es evidente que todos los pilotos están ansiosos por pisar Europa y empezar a correr en los circuitos tradicionales como, por ejemplo, Jerez la próxima semana. «Ahora ya estamos en casa y todo empieza a ser más normal. A todos nos encantan los trazados europeos y era muy importante, pese a los percances que hemos sufrido, llegar a Jerez lo más cerca posible del líder del campeonato», reconoce Márquez, que está a solo un punto de Dovizioso.

«Sabíamos que íbamos a sufrir en Argentina y Austin, pero yo no creía que tanto», confiesa el pilto de Ducati. «Me siento algo decepcionado porque pensaba que podría pelear por la tercera plaza del podio con Iannone, pero no fue así», señala Rossi.