La Carrera Ibercaja por la Integración es la popular de las populares. Nació a finales de setenta cuando la pista y el cross eran los reyes del atletismo. Ganar esta carrera era un gran prestigio como prueban los triunfos de Luisa Larraga, Monse Abelló o Abel Antón. Hace década y media perdió su carácter competitivo cuando entró como colaborador la Fundación Disminuídos Físicos de Aragón. Desde entonces se podía gozar entre la élite de pruebas a saco y otras en las que los mejores entraban cogidos de la mano.

Han pasado muchos años desde que nació esta acertada iniciativa de la entidad financiera y desde entonces han crecido como las setas carreras de larga distancia de todos los pelajes. Hay solidarias por doquier, medias maratones, maratones, pruebas festivas y para niños, la carreras de la mujer, los cada vez más valorados 10K... Pero la Carrera Ibercaja es la más popular de las populares de todo Aragón.

Este año dio un giro de tuerca. Para evitar los tapones, la dirección técnica de la Federación Aragonesa (FAA) recomendó a los corredores de élite que fueran con el freno echado. El año pasado se formó un embudo enorme cuando los primeros se cruzaron con los últimos a la altura de León XIII con Constitución. Aún recuerda el público como Eliseo y Abadía estuvieron a punto de tragarse a la cola del caótico pelotón con el susto organizativo.

Este año la FAA se cubrió las espaldas y todo estuvo bajo control. La cabeza de carrera la formaron la cuadrilla entrenada por José Luis Mareca. Fueron juntos en unión Toni Abadía junto a Pablo Arrúe, Carlos Mayo, Jaime Escriche y uno nuevo en el grupo: Mikel García Escocia. Por detrás iba descolgado Eliseo Martín. "Estoy preparando el Nacional de maratón y ayer hice 30 kilómetros. Estaba cansado y además arrastro una gripe desde hace dos semanas y media", explicaba el montisonense.

El final

Al final el quinteto de Mareca llegó de la mano a la meta. Se llevó el triunfo Pablo Arrúe, el más antiguo de los que se entrena con José Luis Mareca. Y Eliseo Martín entró de la mano de Alba y Adrián, sus hijos, mientras aplaudía complacida Mari Carmen, la mujer del olímpico. "Han hecho toda la recta conmigo y se lo han pasado pipa", indicaba el atleta del Hinaco Monzón.

La carrera femenina fue bien distinta. La promesa Cristina Espejo se enfrentó a dos campeonas de España absolutas: Isabel Macías y Élian Périz. Macías y Espejo fueron juntas durante cuatro de los cinco kilómetros de la carrera. Pero a falta de menos de un kilómetro para la meta, por el túnel de Cesáreo Alierta, Espejo vio muestras de debilidad en su rival. No se lo pensó dos veces y dejó con facilidad a la atleta olímpica.

Era la segunda vez en poco tiempo que esta estudiante de Veterinaria del Hinaco entrenada por el técnico Fernando García, el mismo que lleva los planes de Eliseo Martín, ganaba a Macías. La primera fue en septiembre en la Milla de Delicias. Espejo se adivina como sucesora de Macías, que no recordará su primer año con el Simply Scorpio como el mejor de su carrera deportiva.