El Real Zaragoza podría estar ahora mismo en la segunda posición, es decir en ascenso directo, si hubiera sido más cuidadoso en 8 de los 14 empates que ha concedido hasta la fecha. En el caso de haber ganado esos encuentros que finalizaron en tablas y en los que siempre estuvo por delante en el marcador, sumaría la nada despreciable cifra de 69 puntos por los 53 con los que cuenta en la actualidad. Es decir que estaría por encima del sorprendente Girona, con 68, y a tan solo tres del líder Betis (72). Pese a las sucesivas bajas por lesiones, la pobreza de su fútbol y de su tesorería y circunstancias varias, el conjunto aragonés ha tenido en sus manos la posibilidad de estar luchando por un objetivo mucho más ambicioso que la conquista de la sexta plaza.

Su destino está escrito: tendrá que someterse a una recta final de campeonato angustiosa y dura en el calendario para conseguir un billete para la promoción de ascenso. Solo un club lleva más igualadas que el equipo de Popovic. Se trata del Sporting, con 18 partidos finalizados en empate. Los asturianos, sin embargo, están inmersos en la batalla por regresar a Primera sin el peaje del playoff gracias a que tan solo han perdido dos encuentros. El Real Zaragoza ha tenido la oportunidad de subirse a ese tren, pero lo ha perdido por dejar escapar demasiadas ventajas.

Su historial de empates quizá tenga que ver con su fragilidad táctica y física para defender las victorias. También con una pésima lectura colectiva y técnica. La resta comenzó en la segunda jornada. Fue un aviso de lo que se avecinaba. El Real Zaragoza se adelantó frente a Osasuna con un memorable testarazo de Pedro y en el minuto 93, Miguel de las Cuevas establecía el frustrante 1-1 "Y de saque de banda", se lamentaba por entonces Víctor Muñoz. No menos doloroso fue el final de la cita frente al Sabadell en la cuarta jornada, también en La Romareda. Borja Bastón marcó otro bello tanto en el minuto 4 que Juanto equilibró en el 87. Los arlequinados jugaban con diez por expulsión de Yeray Sabariego en la recta final de la primera parte.

En su enfrentamiento contra el Lugo a domicilio dominó por dos veces la contienda. Primero gracias a un penalti sobre Borja que el propio delantero materializó (0-1), y después, también con Borja como protagonista, para ponerse por delante. El conjunto de Quique Setién remontó y sobre la bocina Willian José rubricó un 3-3 que desató la locura sin atender quizás a que se tuvo el triunfo en el bolsillo.

Los minutos de la basura o de la prolongación se le indigestan especialmente al Real Zaragoza. Urko Vera lo puede atestiguar. El conjunto aragonés vencía en Miranda de Ebro con un tanto de Pedro Sánchez hasta que el atacante del Mirandés lo anuló con otra diana a punto de finalizar el encuentro. El Real Zaragoza se defendía con uno menos por expulsión de Jaime.

Borja anotó en el 29 de penalti y Expósito en el 41. Borja volvió a sacar su fusil con certera puntería en el 48 y David Querol le respondió en el 52. El Llagostera abortaba así por dos ocasiones la jerarquía del Real Zaragoza en el marcador de La Romareda para dejar el partido en un 2-2. Dos puntos menos. Tampoco el Alcorcón quiso ser menos en el Municipal. Willian José abrió la lata temprano y Fausto Tienza la cerró en la segunda parte. Otra decepción.

Los dos últimos empates han tenido una peculiaridad. en ambos casos el Real Zaragoza se puso por delante y en apenas cinco minutos de diferencia el adversario le contestó con otro gol. Ocurrió frente al Sporting y contra la Ponferradina. Dorca firmó el 1-0 en el 55 e Isma López el 1-1 en el 57. En el Toralín, Borja hizo en 0-1 en el 52 y Andy el 1-1 en el 57. En total 16 puntos que han volado o a los que el equipo aragonés les ha puesto alas, sobre todo en casa, para contemplar como un sueño muy remoto esa segunda plaza que podría ser suya.