En la localidad de los olímpicos, el deporte más practicado es el fútbol. En Monzón ya forman parte del libro de oro del deporte los esquiadores Vicente Tomás, Delfín Campo y Ricardo Campo, la tenista Conchita Martínez y los atletas Javier Moracho, Álvaro Burrell, Eliseo Martín y Javier Gazol. Pero lo que más tirón tiene en la localidad mediocinqueña es el fútbol. Es el deporte que vende y que le entra a los niños por los ojos viendo los duelos entre los equipos de la Primera.

Cerca de medio millar de fichas cuenta este deporte en la localidad oscense de 20.000 habitantes. El Atlético de Monzón de Tercera División es el equipo bandera, pero la cantera hasta la edad de alevín pertenece a la Escuela de Fútbol River Monzón, que tiene 130 jugadores. Se creó hace ocho años como parte diferenciada del equipo grande. Ahora la dirige Juan Antonio Antúnez. "El primer presidente fue Javier Campo. El nombre se puso tomando la referencia de los dos ríos que pasan por Monzón, que son el Cinca y el Sosa", dice Antúnez.

Pero hace tres años comenzó una relación con el equipo argentino del River Plate. El pantalón negro y la camiseta como la del Rayo o el River no es mera coincidencia. "Tenemos relación con un forofo argentino del club argentino que ha escrito un libro sobre todos los equipos del River del mundo. Nos manda fotos, consigue cosas, nos intercambiamos camisetas. Son detalles que motivan a los niños", explica Antúnez.

En su nacimiento el River Monzón tenía jugadores desde los cuatro años a la categoría infantil. Pero chocaba con el Monzón. "Se creó una rivalidad y entonces decidimos coger niños hasta la categoría alevín. Ahora la relación es muy fluida, aunque no seamos filiales. Colaboramos con ellos y tenemos entrenadores comunes. Marcio Vieira, nuestro coordinador y Capi, que es el suyo, están en constante relación para poner los horarios de los entrenamientos y de los partidos", explica.

Para Antúnez lo ideal es que los pequeñines jueguen un día en el Atlético de Monzón. "Una cosa es el Atlético Monzón de Tercera, otra el base del Monzón y otra nosotros. Estamos relacionados, pero a la vez separados. Han venido a llevarse niños del Atlético Segre, deportistas que hemos creado. Pero queremos que esos niños lleguen al equipo de Tercera, como se hizo antiguamente. Y eso que tenemos un convenio con el Zaragoza", apunta Antúnez.

Juegan en el campo Antonio Alcubierre de césped artificial justo a lado del Isidro Calderón, donde lo hace el equipo de Tercera y las pistas de atletismo. "Es esencial que la base vaya en una dirección buena desde abajo. Es muy importante meter un balón por la escuadra y enseñarles a hacer jugadas. Pero lo es más saludar al rival tras el partido y ser nobles. Hay mucha competitividad desde pequeños, pero lo primero es divertirse e intentar hacer grupo", reconoce.

El 1 de mayo llega un día grande. Se organiza el II Torneo Alevín Templario. "Este año vienen el Girona, el Teruel, la Sociedad Deportiva Huesca, el Atlético Segre, el Binéfar y el Barbastro. El plato fuerte es el Real Zaragoza. El año pasado tuvimos más de mil personas y después se les invita a comer a todos", concluye.