Cuando se habla de El Olivar siempre se piensa en la natación. Este deporte es el símbolo de un club que el 2013 cumplió sus bodas de oro. Mientras otras secciones han crecido con el paso de los años, la natación siempre ha sido una referencia constante a nivel regional y nacional. Ahora dirige la sección la zaragozana Sonia García, que lleva siete años como coordinadora y que es una nadadora de la casa. Desde los tres años dio sus primeros pasos en este deporte. Con ella y con su grupo de técnicos, El Olivar sigue en la cúspide de este deporte.

Este año el club cuenta con 160 nadadores desde la escuela a la categoría absoluta. Los objetivos son claros. «Estamos con el equipo absoluto en la Primera División y queremos ascender a la División de Honor bajo la dirección de Carlos Requeno. Por otro lado, queremos llevar el máximo número de nadadores alevines al Nacional de verano. Por ejemplo, tenemos a Luis Domínguez, que el año pasado fue medallista en el Nacional alevín y en el pasado Trofeo San Silvestre batió la mejor marca nacional de 100 espalda con 1.01.20», indica Sonia García.

El año pasado fueron el mejor equipo nacional en la categoría benjamín. «Y nos gustaría ser campeones de Aragón en infantil, júnior y alevín. Ahora el Casablanca es muy fuerte en alevín, también el Venecia y estamos parejos con Helios y Agustinos», afirma.

La metodología es clara tras tantos años de trabajo. «Nos nutrimos de los cursillos y sin ellos no seríamos nada. Los monitores están atentos para pasarlos al equipo de competición. Con tres años ya se intuye si tienen posibilidades. Todo comienza con la campaña escolar en la que se apuntan hasta 700 niños que suelen venir de los barrios próximos a El Olivar», afirma.

La filosofía se basa en la disciplina y el compañerismo. «Trabajamos el sacrificio y la superación personal, buscamos cosas lúdicas y no machacar. Queremos que los niños lleguen a la categoría absoluta con las mismas ganas y motivación con la que empiezan la natación», dice García. La natación es un deporte duro y, a veces, monótono. «Lo que más socializa a los niños es la competición. Es lo más lúdico y tienen tiempo de jugar y conocer gente nueva».

La coordinadora reconoce que un problema es que «a los niños les cuesta mucho compatibilizar los estudios y el entrenamiento y eso que la implicación de los padres suele ser buena. El Gobierno de Aragón ha creado este año un programa para deportistas destacados de natación, gimnasia rítmica, tenis y waterpolo. Está ubicado en Casablanca y El Olivar. Nosotros tenemos a cuatro nadadores, Sara Juez, Tino Larrosa, Pablo Burunat y Rocío Malo».

Reconoce que se ha notado que hace años que se cerró la piscina del Parque Deportivo Ebro. «Casi la mitad de nuestro equipo se entrenaba allí». Ahora todos están en la piscina Mari Carmen Muñoz, que tiene 25 metros de longitud. «Se ha quedado pequeña puesto que ha crecido el triatlón y la natación y todos necesitamos agua. No cabemos en la piscina y eso que nos llevamos bien». Prueba del sacrificio de este deporte es que algunos niños empiezan los entrenamientos a la seis y media de la mañana. «Y luego se van al colegio. Todos hemos hecho esto y luego estás muy despierto», dice con ironía. En junio se dan unas becas de natación. «Estamos con los ojos bien abiertos y los niños con cualidades los cogemos. Vienen a probar aunque no sean socios y está dirigido para el equipo de competición». Sobre los técnicos, García explica que «son nadadores del club, conocen nuestra filosofía y saben lo que tienen que hacer. Destacaría a Carlos Requeno y Fernando Aláez», concluye Sonia García.