La secretaría técnica del Real Zaragoza quiere cerrar la plantilla para el próximo curso con tres mediapuntas, dos para los costados y uno para el centro. No habrá más movimientos con la excepción de las inminentes salidas de Fernández y Álamo, cuyos contratos resultan insostenibles para la tesorería. Ángel y Ortuño son las apuestas para el ataque, pero el club considera prioritario armar las espaldas de dos delanteros de mediana capacidad realizadora con una línea que colabore con goles.

Los objetivos de salida eran Willian José --mucho más del gusto de un Popovic cada vez con más poder de decisión que de Martín González, que recomendó no recuperar al brasileño-- y Jaime. La aproximación casi total de WJ al Las Palmas ha hecho que el club descarte esa opción y observa con recelo cómo se va alejando la de Jaime. El extremo, propiedad del Udinese, que ofreció sin éxito 5 millones de euros por Vallejo y la cesión de Jaime, se entrena ahora con el Granada mientras espera su nuevo destino. Además de Real Zaragoza, Almería, Vitoria de Guimaraes, Brighton inglés y sobre todo Oviedo, con mayor pujanza económica, han puesto sobre la mesa su interés por el futbolista manchego.

En el caso de que el fichaje de Jaime se desvanezca, el club estudia otras ofertas, peina el mercado y considera la llegada del madridiista Borja García dentro de la operación Vallejo para cubrir esas posiciones que considera vitales. Aunque Popovic recomendó hacerse con otro central, resulta más que improbable que el Real Zaragoza satisfaga, como ya hizo con el japonés Aria Jasuru Hasegawa, los deseos del entrenador. Los focos están centrados en exclusiva en dibujar una línea solvente de mediapuntas y dar por configurado de forma definitiva el plantel de cara a la campaña 2015-2016.