Estará Contador, también Froome y Valverde, incluso Nairo Quintana. Los mejores ciclistas del mundo, con permiso de Nibali, llegan hoy a Aragón, que albergará un año más --y con este ya van tres seguidos-- una etapa de la Vuelta a España. O más bien dos, puesto que la caravana se quedará en Zaragoza y sus alrededores mañana, día de descanso, y el martes espera una contrarreloj aragonesa de principio a fin, puesto que el recorrido comenzará en el Monasterio de Veruela y acabará en Borja.

Pero, vayamos por partes. Hoy, la novena etapa de la carrera, de 181 kilómetros, comenzará en Carboneras de Guadazaón (Cuenca), lejos de las fronteras de la comunidad, a las que el pelotón se acercará con el paso de los kilómetros. Y, cuando eso ya haya pasado, la etapa terminará en la estación de esquí Aramón-Valdelinares, en Teruel. Una llegada que, lejos de ser instrascendente, será el segundo en alto de la ronda española después de la subida hace tres días al Alto de Cumbres Verdes en la localidad granadina de La Zubia.

Antes de ese final en Valdelinares, que será una ascensión de ocho kilómetros, el pelotón inundará Teruel, donde empezará la marcha con las subidas a los puertos de Cabigordo y San Rafael. Con la carrera aún adolescente, sin las cartas de los favoritos descubiertas, la etapa de hoy, aún sin ser uno de los días de montaña marcados en rojo, puede deparar novedades en la clasificación general.

En cualquier caso, si no es hoy, será el martes, pero el paso de la Vuelta por Aragón tendrá seguro consecuencias en el devenir de la carrera, ya que tras la jornada de descanso de mañana, la comarca de Tarazona y el Moncayo tomará el relevo de Valdelinares como protagonista de la ronda con la décima etapa, una contrarreloj individual de 34,5 kilómetros que, además de decisiva como cualquier crono en una vuelta de tres semanas, tendrá un encanto especial, puesto que partirá del Real Monasterio de Santa María de Veruela. La meta estará colocada en Borja, a donde los ciclistas llegarán tras afrontar la ascensión al Alto del Moncayo.

Mañana, la caravana de la Vuelta se distraerá durante la jornada de descanso en Zaragoza y sus alrededores. Una situación que ya se dio el año pasado, en el que Aragón acogió tres etapas --dos de ellas circularon íntegramente por la comunidad--, con el día de descanso también en medio. Tarazona fue la sede de la única contrarreloj individual de la carrera, la estación de esquí de Formigal fue una de las llegadas en alto y también hubo una etapa con una salida testimonial en Maella.