El hockey español siempre ha estado en la vanguardia internacional como demuestra su curriculum en los Juegos Olímpicos. El equipo femenino conquistó el oro en Barcelona, mientras que los hombres se han llevado tres platas, aunque nunca han subido a lo más alto del podio. Tras el sexto puesto en Londres, el equipo masculino ha cambiado de ciclo. Ahora uno de los veteranos de la nueva generación es el zaragozano Andrés Mir. "He sumado 130 internacionalidades, tengo la confianza del entrenador y estoy muy asentado en el equipo. En Londres teníamos uno de los conjuntos más potentes del mundo con Pol Amat y Santi Freixa. Se han retirado y ha comenzado una nueva etapa con gente más joven", explica de manera pausada en una mañana calurosa en la Residencia Blume de Madrid.

Salva Indurain dejó el cargo de seleccionador tras Londres y le sucedió el galo Frederic Soyez. "Tuve la suerte de coincidir con él en el Club de Campo. En su época era uno de los mejores jugadores del mundo. Conoce el hockey moderno y muchos métodos de entrenar. Con Salva algunos jugadores estaban relajados y en la lista para Río hubo varias sorpresas. Ahora el promedio de edad es de 26 años", explica el jugador aragonés.

Los doce mejores equipos se jugarán los metales desde el próximo sábado 6 de agosto. España está encuadrada en un grupo de seis selecciones con Brasil, Australia, Inglaterra, Bélgica y Nueva Zelanda. "Nuestro objetivo es llegar lo más lejos posible. Por ránking somos la octava selección y queremos meternos en cuartos de final. Después intentaremos que nos toque un cruce lo más fácil posible como pueden ser India o Argentina y tendríamos abiertas las semifinales. Y jugando por medallas puede pasar cualquier cosa. Pero si luchamos por la medalla de oro nos tienen que poner un monumento en cada ciudad de España. El favorito es Alemania, que fue las dos últimas veces campeón olímpico y Holanda es la subcampeona", indica.

El equipo español ya no tiene un líder y destaca por la fuerza de su bloque. "Nuestra principal virtud es que no tenemos estrellas, jugadores que nos ganen partidos. Nuestra virtud es que somos un equipo y que necesitamos de todos. Si cumplimos nuestros objetivos, cumpliremos con nuestras metas", reconoce.

Su debut

Mir ya debutó en los Juegos Olímpicos en Londres. "Estos los afronto de manera diferente puesto que hace cuatro años era el jugador 17 y era suplente. Tuvimos muy mala suerte puesto que se nos lesionaron dos jugadores desde el inicio. Comenzamos con la India y yo debuté contra Australia, el mejor equipo del mundo. Son cinco partidos en muy pocos días y nos exprimimos al máximo, damos el cien por cien y todos rozamos la lesión", recuerda el aragonés. España terminó en una discreta sexta posición. "Tuvimos mala suerte. Teníamos que ganar a Inglaterra para meternos en semifinales y por un gol no nos clasificamos", apunta.

Mir se ha reconvertido y con Soyez juega de carrilero derecho. Destaca por su regularidad y su condición física sobresaliente. "Con Fed empecé de interior y de medio y el seleccionador ha preferido que juegue de lateral derecho. Pero yo estoy para ayudar al equipo y si hace falta que juegue de delantero o de portero, también lo haré. Cubro toda la banda, desde la defensa hasta el ataque. Soy muy regular. No hago un partido muy malo o un partido muy bueno. Intento dar mi máximo nivel. Desde Londres llevo ocho goles con la selección, que son bastantes para la posición en la juego", afirma.

Después de siete años jugando en el Club de Campo, Mir decidió fichar la pasada campaña por el Bloemendal y jugar en Holanda la mejor Liga del mundo. "En el Club de Campo estaba un poco acomodado y pensé que para ir a los Juegos de la mejor manera posible podría competir en Holanda. En Zaragoza tenemos unas 110 fichas de hockey, en mi club tienen un millar y alucinan conmigo. Con tan pocas licencias tenemos dos olímpicos, Begoña García y yo. La proporción es brutal. No hemos ganado la Liga, pero han terminado muy contentos conmigo, me han ofrecido renovar por dos años más y a nivel económico me ha valido la pena", concluye.