Ignacio Cinto es todo un personaje en la historia del montañismo aragonés. El alpinista nacido en Ayerbe hace 58 años es uno de los padres del himalayismo aragonés. Junto a un grupo de montañeros de Peña Guara conquistó el primer ochomil para Aragón. Fue el Gasherbrum I en el año 83. Después, formó parte de la cordada que conquistó el Everest. En octubre de 1991, Aragón llegaba por primera vez a la cima del techo del mundo Pepe Garcés y Toño Ubieto.

Pero con los años, la vida de Cinto dio un giro de 180 grados. El oscense vive muy cerca de tres montañas legendarias, Peña Ruaba, los Mallos de Agüero y los conocidos Mallos de Riglos. Entonces, le entró la fiebre del grado, la pasión por la escalada. Ahora Cinto no hace otra cosa que trepar.

Es un hombre inquieto y lleno de iniciativas. Hace unos años fue el impulsor de un blog en internet denominado Caracoles Majaras. "Es una referencia en la comunidad de escaladores y un punto de comunicación. Pretendemos que no haya famoseo. Si alguno quiere destacar, lo descabezamos. No queremos protagonismo", dice con ironía Ignacio Cinto.

Una de las curiosas iniciativas se cumplió el martes pasado. Esa tarde acabó el 51 aniversario de la apertura del Espolón del Fire a cargo de Rabadá y Navarro. "El 16 de octubre de 1961 Alberto Rabadá y Ernesto Navarro concluyeron la apertura de la vía Félix Mendez, que es como popularmente se conoce el Espolón del Fire". Cinco días antes entraron en la pared para no descender hasta acabar la ruta.

¿Porqué se cumplió el 51 aniversario, una cifra rara y no la redonda del medio siglo?. "El año pasado no se pudo celebrar por cuestiones técnicas. La iniciativa no salió de ningún club, ni de ninguna federación. No queríamos que se manoseara el tema. Los protagonistas eran Rabadá y Navarro", dice. En el 2007 Cinto ya tuvo una iniciativa similar. Era el Tributo a Rabadá y Navarro, las cinco vías más importantes de los zaragozanos en Riglos".

Al homenaje se apuntaron 25 cordadas. Se fueron apuntando en el blog para escalar la vía de Rabadá y Navarro al Fire o cualquier otra vía de este mallo. Una cordada la hizo el viernes 12 de octubre y otra el sábado. El fin de semana hizo mal tiempo y el último día la subieron Alex Puyó con dos compañeros. "Yo he escalado el Fire estos días por cuatro vías. El martes escalé por detrás, por la vía más sencilla y nos encontramos arriba con Alex Puyo". Para darle más sentido al término de vigilia, Cinto y un compañero pasaron una noche en la cima del Fire. "Una vigilia es permanecer despierto, estar alerta y subimos por la noche. Bajamos a desayunar", dice. La vía Félix Mendez es de las más expuestas en Riglos. "Son 300 metros de desnivel. No es que sea muy difícil, pero tiene un recorrido muy sinuoso. Los seguros son viejos y la gente tiene miedo a meterse allí porque no es segura. Si alguien la equipara, sería una especie de herejía".

La glorieta

Uno de los actos claves fue la creación de la calle-glorieta en Ayerbe el 13 de octubre con el nombre de los escaladores zaragozanos. "Álex Puyo y un grupo de escaladores hicieron una propuesta hace dos años para poner el nombre de los escaladores una calle en Zaragoza. Eso se ha quedado en el dique seco. Recogí esa idea y se la propuse a mi alcalde, Carlos Marco. Lo propuso en el pleno del mes de septiembre y lo aprobaron por unanimidad". La glorieta está cerca de la estación. "Busqué una piedra caliza cerca del castillo de Loarre, la llevamos con un camión-grúa y la colocamos en la glorieta. No nos queríamos apuntar ningún tanto, sino hacer justicia a Rabadá y Navarro. En Zaragoza hay una calle a Super Mario Bros. Esto no es serio", dice Cinto.