Xavi Hernández tiene decidido dar el paso que no dio el pasado verano y dejará el Barcelona a final de temporada. En la disyuntiva entre el fútbol estadounidense y el fútbol catarí que ya se planteó, ha elegido el país árabe, adonde viaja este fin semana para formalizar su compromiso por el Al Sadd por dos temporadas más una opcional.

La oferta catarí no se limita a la actividad estrictamente futbolística. A Xavi le quieren por la aportación que todavía puede dar al equipo que le fichará (no lo elige, sino que por la particular organización local le enviarán a uno) cumplidos ya los 35 años, y por su sapiencia y carisma. Además de jugar en el Al Sadd (el antiguo equipo del exmadridista Raúl), las autoridades catarís quieren que Xavi promocione el fútbol y ejerza de embajador del país y se involucre en la difusión del futuro Mundial del 2022.

Ya lo hizo anteriormente Pep Guardiola, que también recaló en Catar para jugar (2003-05) y años más tarde fue contratado para promocionar el Mundial. Xavi tiene una charla pendiente Guardiola, sin perder de vista que el New York City, donde juega David Villa, que abrigará esperanzas de convencer a Xavi hasta que no haya firmado el contrato.

La oferta incluye también a sus hermanos, Álex y Óscar, que se dedicarían a la academia futbolística Aspire, donde Catar cultiva talentos.