EL ORIGEN

El 14 de junio del 2001, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) intervino la agencia de valores Gescartera y detectó un agujero patrimonial de unos 100 millones de euros. Gescartera había sido creada por Antonio Camacho y su padre en el año 1992. Las primeras multas de la CNMV datan de 1993. Desde 1998, Gescartera era investigada por un descuadre de cuentas, pero en julio del 2000 se multó a la sociedad y a sus directivos, se cerró la inspección y se aprobó la entrada de la ONCE en su capital (el 10%).

LA TRAMA

Antonio Camacho creó una trama para adueñarse de parte de los fondos confiados por los inversores mediante el uso de testaferros, doble contabilidad, movimientos bancarios fingidos y falsificación de documentos. Unos 2.000 clientes, en su mayoría pequeños ahorradores, perdieron todo su dinero. Entre ellos figuran treinta órdenes religiosas e instituciones ligadas a la Iglesia, que perdieron 11,33 millones de euros, sin contar con los 6 millones que el Arzobispado de Valladolid retiró en 1999. Otros clientes eran la Mutualidad de la Policía o la Asociación de Huérfanos de la Guardia Civil.

DIMENSIÓN POLÍTICA

Fue el primer gran escándalo bajo gobierno del PP. La presidenta de Gescartera, Pilar Giménez-Reyna, es hermana de quien era secretario de Estado de Hacienda, Enrique, que dimitió. La presidenta de la CNMV, Pilar Valiente, y el vicepresidente, Luis Ramallo, habían tenido relaciones con Gescartera más allá de lo profesional. En septiembre del 2001, se constituyó una comisión parlamentaria de investigación y Valiente dimitió.