Dura andanada de BCE contra las políticas proteccionistas de Estados Unidos. Su presidente, Mario Draghi, instó ayer a la administración Trump a «discutir y resolver en un marco multilateral» las disputas comerciales. «Las decisiones unilaterales son peligrosas. Hay cierta preocupación respecto al estado de las relaciones internacionales porque si pones aranceles contra quienes son tus aliados, uno se pregunta quiénes son tus enemigos», advirtió.

El impacto de las medidas anunciadas por EEUU, aseguró, «no va a ser grande» de entrada. Pero el coste final dependerá de la respuesta que den otros países; de su efecto en los tipos de cambio; y, sobre todo, de su impacto en la confianza de los agentes económicos. También alertó contra la desregulación financiera que prepara Trump.

Pese a estas amenazas, el BCE decidió mantener los tipos en el nivel mínimo histórico en que llevan desde marzo del 2016, así como dejar sin cambios el programa de compra de deuda en 30.000 millones al mes «hasta el final de septiembre de 2018 o hasta una fecha posterior si fuera necesario», pero dejó entrever un pequeño paso hacia la retirada de las adquisiciones.