La negociación del nuevo convenio de la plantilla de producción de Saica se enquista por momentos. Los desacuerdos en materia económica --la dirección aseguró ayer que no tiene "margen de maniobra" respecto al incremento salarial-- provocaron que el comité se levantara de la mesa y anunciara "medidas de presión". Unas protestas que deben ser consensuadas por los sindicatos, pero que serán "más contundentes" que las concentraciones convocadas en el primer semestre.

El objetivo es desatascar una negociación que lleva un año y medio bloqueada después de las 34 reuniones celebradas desde mayo del 2014. El convenio non stop afecta a los 345 trabajadores de producción de las plantas de Zaragoza y El Burgo de Ebro.

El comité y la dirección alcanzaron en octubre un preacuerdo en materia de empleo que garantizaba el mantenimiento de la plantilla y el fin de las subcontrataciones. Sin embargo, aún queda por acordar la vigencia y la subida salarial. La empresa aceptó un incremento del 1,5% para 2016 y del 1,8% para 2017 y 2018, pero no el demandado para 2014 y 2015. El comité insiste en que es asumible teniendo en cuenta los beneficios de Saica.