El efecto de la crisis de Cataluña restará entre tres y cuatro décimas del PIB aragonés, según apuntó ayer el economista jefe en España de BBVA Research, Manuel Cardoso, que, sin embargo, afirmó que el conflicto catalán tuvo un impacto «muy limitado» en el cuarto trimestre y se circunscribió al mes de octubre para recuperar en noviembre la normalidad. De hecho, el experto señaló que BBVA hizo unas previsiones en septiembre para Aragón, y la comunidad tuvo un comportamiento «en línea» con esas expectativas.

Sin embargo, la intensa relación comercial entre ambas comunidades sí que se notará en la economía aragonesa en el 2018. «Aragón podría crecer entre el 2,7% y el 2,8% si no fuera por la situación de Cataluña», pero lo hará a un ritmo del 2,4%, apuntó Cardoso.