La crisis ha golpeado con dureza en muchos sectores de la economía aragonesa, entre ellos el de la automoción. La caída de la actividad ha tenido graves consecuencias en términos de empleo, también en las empresas auxiliares del sector y en las de inserción para discapacitados, como el centro especial de empleo El Portazgo. Los trabajadores de este centro de la Fundación DFA, dedicado a la manipulación, corte, soldadura y montaje de piezas con destino a la industria del automóvil, han tenido que reciclarse y formarse en una nueva actividad.

A partir de esta semana, el centro va a desarrollar programas de formación e inserción laboral en el área de la atención telefónica y la gestión documental. Tras el proceso de reciclaje, 30 de los trabajadores discapacitados del El Portazgo se dedican pues a nuevos cometidos en las nuevas instalaciones del centro especial de empleo de la Fundación DFA.

La directora gerente del Instituto Aragonés de Empleo (Inaem), Ana Bermúdez, afirmó esta semana en la inauguración de la nueva empresa, cuyo nacimiento ha contado con el apoyo del Gobierno de Aragón, que "la gestión documental supone una actividad novedosa dentro del panorama de las prestaciones que los centros especiales de empleo realizan en nuestra comunidad, lo que ha permitido la creación de 17 nuevos puestos de trabajo".

NUEVOS MERCADOS Y es que, "frente a una situación de crisis, una empresa se adapta a nuevas oportunidades de empleo", afirmó Ana Bermúdez. Así, para la directora del Inaem, "la digitalización, custodia y gestión de documentos a través de la aplicación de nuevas tecnologías" es una actividad cada vez más demandada "porque la administración electrónica se tiene que imponer a partir de ya, de 2010, y las administraciones públicas tenemos un gran reto". Y "y también las empresas, por supuesto, en cuanto a esa mejor gestión de los documentos", añadió.

A finales de 2009, el Estado se comprometió a asumir el 75% del salario mínimo interprofesional en estos centros especiales de empleo. Ana Bermúdez cree que esa inyección económica debería servir de impulso para que estos centros exploren precisamente esos nuevos nichos de empleo.