España cerró el 2014 con un déficit del 5,7% de su PIB, excluida la ayuda pública destinada a la banca, y con un 5,8% si se incluye ésta en el cálculo, según confirmó ayer la oficina estadística comunitaria Eurostat. Estos datos suponen que España cumplió y mejoró en una décima el objetivo fijado por Bruselas para el pasado ejercicio (5,8% del PIB), en un año en el que además tuvo una deuda pública del 97,7%. La oficina comunitaria calcula que el déficit español se elevó hasta 61.391 millones en 2014.

Los datos de Eurostat suponen que el conjunto de las administraciones públicas españolas cumplieron con el objetivo de déficit fijado por Bruselas, pero se quedaron lejos del 5,5% que pedía el Gobierno en el Programa de Estabilidad. España ya había adelantado que cerraría el pasado ejercicio con un desvío del 5,72 % (60.537 millones), y desde el Gobierno incidieron en que si se descuenta "una circunstancia excepcional y coyuntural" como es el impacto de la devolución del céntimo sanitario (1.699 millones), el déficit habría sido del 5,56% del PIB.

España logra así cumplir con el objetivo establecido por Bruselas para el 2014, dentro del camino marcado para que el país vuelva a respetar el máximo del 3 % establecido en el Pacto de Crecimiento y Estabilidad europeo. Para llevar a cabo este reequilibrio en sus cuentas, España recibió una prórroga de dos años, de modo que debía cerrar 2013 en un 6,5%, para llegar al 5,8% en 2014, al 4,2% en 2015 y al 2,8% en 2016.

Los datos de Eurostat muestran que el déficit se ha reducido en los países de la zona del euro y de la UE, situándose en elun 2,4% y un 2,9% de media, respectivamente. Doce países superaron el máximo del 3%: Chipre (8,8%), España (5,8%), Croacia y el Reino Unido (ambos, 5,7%), Eslovenia (4,9%), Portugal (4,5%), Irlanda (4,1%), Francia (4%), Grecia (3,5%), Bélgica, Polonia y Finlandia (todos, 3,2%).