La asamblea de la Asociación Española de Cajas Rurales (Grupo Caja Rural) ha dado el visto bueno definitivo a la compra de activos procedentes del sector inmobiliario a Bantierra por valor de 320 millones de euros, lo que garantiza su «viabilidad futura». La operación fue cerrada la semana pasada y ayer recibió el visto bueno de la matriz.

Así lo anunció ayer el director general de Bantierra, Luis Ignacio Lucas Domínguez, en un acto con motivo de la presentación de la quinta edición del programa Líderes para el futuro, que organiza la Asociación de Directivos y Ejecutivos de Aragón (ADEA).

El respaldo del Grupo Caja Rural permite a Bantierra conseguir un «balance saneado y equilibrado» y disponer «de unos cimientos muy sólidos para afrontar los nuevos retos a los se enfrenta todo el sector financiero», según Lucas Domínguez.

Además, la venta de este paquete de activos permitirá a Bantierra mejorar su ratio de solvencia y de morosidad, situándolos por encima de la media del sector. La operación va a permitir a la cooperativa de crédito aragonesa cubrir íntegramente las necesidades derivadas de la implantación de la nueva normativa del Banco de España. De esta forma, Bantierra reduce definitivamente la exposición al sector inmobiliario que le ha venido lastrando durante los últimos ejercicios.