El equipo de Iberia que dirige Luis Gallego ha decidido despejar cualquier duda que hubiera sobre el futuro del Puente Aéreo mediante una alianza con Vueling que le permite aumentar la oferta de frecuencias entre Madrid y Barcelona, facilitar el embarque mediante reservas, así como acercar las zonas de embarque en El Prat.

Desde el próximo mes de julio ambas compañías, que pertenecer al consorcio IAG, relanzarán este servicio con 26 frecuencias diarias entre las dos ciudades, de las que 16 serán operadas por Iberia y 10 por Vueling. Los vuelos despegarán cada 15-30 minutos en horas punta y cada hora el resto del día. El primero despegará a las 6,30 horas y el último a las 21,45 horas.

Una de las novedades de esta oferta, que Iberia considera más flexible y ventajosa para el usuario, es que convivirán el billete abierto y el billete con reserva, y con el primero se podrá reservar plaza en un vuelo concreto. Esta reserva se podrá anular hasta 15 minutos antes del despegue del avión sin coste alguno para el pasajero, que podrá entonces elegir otra reserva.

Para estas gestiones, Vueling se pone bajo el amparo del servicio on line de Iberia. Sólo a través de la web y de la aplicación para móvil de la compañía de bandera se podrán hacer y deshacer las reservas. También se podrá obtener la tarjeta de embarque para que al llegar al aeropuerto el pasajero no pierda ningún minuto antes de embarcar.

Ambas compañías compartirán también los servicios de tierra handling.

Los controles de seguridad de todos los usuarios del Puente Aéreo, tengan o no reserva, se seguirán haciendo en las mismas zonas exclusivas que existen en Barajas y en El Prat y los aviones se situarán en las puertas más próximas a estas.

Esta emblemática ruta que entró en funcionamiento en los años setenta siempre contó con las simpatías de los usuarios y acercó las dos ciudades hasta que 20 años después llegó el AVE. Las ventajas del tren mermaron la eficacia del avión.