Cómo conseguir que la planta de Figueruelas pueda hacer frente al duro ajuste provocado por la caída de las ventas en Europa? Ese es el gran dilema al que se enfrenta hoy la dirección de Opel España tras conocer que la producción en la factoría caerá hasta las 294.000 unidades en el 2012. Y lo peor es que la tendencia del mercado es a la baja. Por lo pronto, las primeras estimaciones de la multinacional ya hablan de que, con estas previsiones, la línea del Opel Corsa requeriría de 50 días de paro entre octubre del 2011 y diciembre del 2012, según un comunicado remitido ayer por los sindicatos a la plantilla y al que ha tenido acceso este diario. Una cifra que aumentaría hasta los 90 días en el caso del Meriva, que ha experimentado un desplome importante de las ventas en los últimos meses.

Así las cosas, el expediente de regulación de empleo (ERE) aprobado por la compañía y que implica 62 jornadas de cese de la actividad para toda la plantilla hasta finales del 2012, se antoja escaso. No obstante, aunque se ha abordado esta situación entre la dirección y el comité de empresa, todavía no se ha comenzado a negociar en este sentido. Lo que más preocupa en la factoría es el exceso de capacidad productiva, ya que, si se mantienen los pronósticos para el resto del año, la planta de Figueruelas dejará de producir unos 200.000 vehículos que, en condiciones de máxima producción, podrían salir de las líneas de montaje.

Para acometer nuevos ajustes sería necesario reducir la velocidad de la línea del Meriva, lo que supondría bajar la producción en un 6% o la plantilla en 300 personas. Los sindicatos se decantan por evitar cerrar el turno de noche aplicando un ERE a los nacidos en 1954 (tienen 59 años) durante un periodo de dos años para que, a su finalización, puedan regresar con contrato relevo. La otra opción pasa por aplicar un ajuste rotatorio de un mes para toda la plantilla.