Los dos grandes partidos, PP y PSOE, evidenciaron ayer que no tienen intención alguna de pactar los Presupuestos del Estado una vez las cuentas inicien la tramitación parlamentaria y demostraron también que el filósofo José Luis López Aranguren no se equivocaba al decir que la moral se esgrime cuando se está en la oposición, y la política, cuando se ha obtenido el poder. Así, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, la misma que en el 2010 tildó de "barbaridad" una amnistía fiscal porque era "injusta y antisocial", ayer la defendió con el argumento de que es "buena para todos los ciudadanos". Para la número dos de los populares, el Gobierno ha demostrado su "valentía y responsabilidad" al presentar los Presupuestos más austeros de la democracia.

Mientras, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, calificó las cuentas aprobadas el viernes por el Consejo de Ministros de "inaceptables" y rechazó de plano cualquier tipo de perdón a los contribuyentes que hayan defraudado al fisco (a pesar de que en la etapa final del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se especuló con la posibilidad de diseñar un plan para que aflorase el dinero negro con algún tipo de amnistía incluida).

Rubalcaba aprovechó su discurso en el congreso de los socialistas aragoneses para acusar al Ejecutivo de Mariano Rajoy de "cobrar más a los trabajadores y quitar impuestos a los defraudadores". El pronóstico del líder del PSOE es que las medidas económicas adoptadas por el PP comportarán más paro y mayores desigualdades. Según los cálculos socialistas, en los Presupuestos disminuyen en un 17% las partidas destinadas a servicios que garantizan la cohesión social

INSTRUCCIONES Tras el resultado cosechado hace una semana en las elecciones andaluzas y la huelga general del pasado jueves, el PP tocó a rebato y Cospedal se reunió ayer con diputados populares de distintas comisiones del Congreso y portavoces económicos en los parlamentos autonómicos para instruirles sobre las bondades de los Presupuestos. El primer argumento se lo dio, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, quien desde Copenhague bendijo el ajuste diseñado por el Gobierno.

"Hoy España tiene credibilidad y puede acudir a los mercados financieros y puede conseguir colocar su deuda" en mejores condiciones que el Gobierno anterior y a menor precio, en lugar de "acudir a dinero no declarado para colocar su deuda", explicó la dirigente popular. La conclusión, para Cospedal, es clara: "España ya es un país fiable, y lo será más a finales de este año, cuando cumpla con el objetivo de déficit público del 5,3% y se pongan las bases para la recuperación". Este es uno de los mensajes que los populares deberán repetir en sus respectivas cámaras.

EL RETROVISOR Para intentar contrarrestar el alud de críticas recibidas por parte de los partidos de izquierda y los sindicatos, Cospedal recordó que los objetivos de déficit no son una exigencia nueva, puesto que Bruselas también se los requirió a Zapatero, por lo que reprochó a los socialistas que no haya sido hasta ahora, tras el relevo en la Moncloa, cuando el déficit se ha convertido en un "compromiso auténtico" del Ejecutivo español. La dirigente popular olvidó que también a las comunidades, muchas de ellas ya entonces gobernadas por su partido, también se les exigía cumplir con el déficit y tampoco lo hicieron.