"Voy a pasar de una empresa que gestiona bits como Microsoft a otra industrial con fábricas como Siemens". Así resume Rosa García el paso que ha dado al tomar las riendas de la multinacional alemana Siemens en España a partir del próximo 1 de octubre en sustitución de Francisco Belil. García, que seguirá en los consejos de Banesto y de Bolsas y Mercados, amplía la escasa presencia femenina en la alta dirección en la industria española.

"Son compañías diferentes pero que tienen en común un montón de información e innovación", añade la nueva consejera delegada de Siemens en España, que confiesa que el propósito de su nueva empresa, buscar fórmulas eficaces e innovadoras para productos industriales, es "más amplio" que el de Microsoft, que pretende que la informática sea más asequible y atractiva para la sociedad.

Desde que dio el sí a Siemens hace unos meses, ha tenido tiempo de empaparse de lo que representa el grupo industrial en España. A su cargo tendrá 3.800 trabajadores. Su propósito inicial será el de "escuchar" a los miembros de la compañía "por si hay que cambiar alguna cosa", aunque admite que será "continuista" con la labor desarrollada por Francisco Belil, que dirigirá el área del suroeste de Europa durante unos meses más hasta su jubilación.

La herencia que tendrá que administrar es la de un grupo que facturó 1.697 millones en el 2010 que ya tiene claras sus apuestas estratégicas y que ha reestructurado o desinvertido de algunos negocios. Entre ellos se encuentra la firma de material eléctrico BJC de Rubí, en la que Siemens aplicó una reducción de plantilla en el 2010.

La crisis no intimida a Rosa García. Al contrario, le abre posibilidades de negocio con las administraciones o con empresas a las que intentará convencer de que "una pequeña inversión les puede permitir importantes ahorros" en campos como el de la eficiencia energética en edificios. Precisamente, el ámbito de la energía, la salud o el de las infraestructuras en ciudades con áreas de expansión de Siemens, que sigue fabricando motores o trenes de alta velocidad.