El abogado penalista Pedro Santisteve, de Zaragoza en Común, un absoluto desconocido para la inmensa mayoría de los zaragozanos hace tres meses, se ha convertido hoy en el nuevo alcalde de la capital aragonesa, la quinta ciudad de España, sin el pedigrí político que acumularon sus antecesores.

Los oídos y los ojos de los ciudadanos, de sus adversarios políticos y de los representantes de todos los ámbitos de la sociedad zaragozana se fijarán en su gobierno municipal, al frente del cual ha prometido transparencia y democratización, así como potenciar los servicios sociales y terminar con los recortes.

Santisteve (Zaragoza, 1958), con el apoyo de los otros ocho concejales de su formación, y de los seis del PSOE y los dos de CHA, ha sido investido alcalde ciento cinco días después de que fuera presentado como candidato en el Teatro Romano, tras ser el más votado en unas primarias en las que participaron 3.731 personas.

Hasta el 1 de marzo, este abogado defensor de presos e insumisos que se ha incorporado a la política tras participar en los movimientos asociados al 15M, es conocido por los profesionales de la abogacía y de la Universidad de Zaragoza, donde imparte clases de Derecho y Ética.

En los últimos tiempos, según su biografía oficial, se ha formado en la justicia restaurativa y en la mediación, un ámbito al que deberá echar mano a menudo para asegurar el gobierno de una ciudad, con más de 700.000 habitantes, en la que solo cuenta con nueve de sus 31 concejales.

Y una buena muestra de ello han sido las conversaciones mantenidas estas semanas con PSOE, Chunta Aragonesista o Ciudadanos, en las que se han tenido que "aclarar malentendidos", según sus propias palabras, y buscar una "confluencia" aún con "discrepancias" para que apoyaran su investidura.

Zaragoza en Común, una plataforma formada por Izquierda Unida (IU), Equo, Puyalón, Piratas de Aragón, Somos y Demos+, con el apoyo de Podemos, ha convertido a Santisteve en el político municipal más poderoso de Aragón, pero con una frágil estabilidad necesitada siempre del apoyo de otras fuerzas.

El bastón de alcalde lo recibirá tras haber pertenecido a importantes políticos españoles como la presidenta de Aragón y expresidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, y el exministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, que con doce años ha sido el más longevo que ha tenido la ciudad en democracia.

Santisteve rehuye la comparación con "la vieja política", una de las causas de su entrada en la "nueva política", y defiende la necesidad de llegar a "acuerdos y hablar" para ser un alcalde de todos, los que le han votado y los que no, un objetivo de gran responsabilidad que le parece muy ilusionante.

Pedro Santisteve Roche, padre de una hija adolescente, nunca se había presentado a un proceso electoral y es abogado penalista desde 1984, miembro desde los 80 de asociaciones de familiares y amigos de presos y fundador de la Asociación de Seguimiento y Apoyo a Presas y Presos en Aragón (ASAPA), que en el año 2000 recibió del Gobierno de Aragón la Medalla al Mérito Social.

En los noventa, comenzó a dar clases en la Facultad de Derecho de la Universidad de Zaragoza, asumió la defensa de insumisos al servicio militar e intervino en la campaña contra la llamada "Ley Corcuera".

Su inmersión en los años 90 en la mediación, según dijo a Efe en una entrevista, es lo que le ha llevado a intervenir en la política activa, porque sólo una ciudadanía responsable e implicada, sostiene, puede dar la vuelta a un modelo social radicalmente injusto que socava la dignidad humana y subvierte los derechos más elementales.

En la campaña electoral, que compaginó con horas de trabajo en su despacho profesional, conoció algunos de los "sinsabores" que conlleva ser uno de los candidatos a gobernar una gran ciudad. Rudi, lo señaló en un mitin de ser "defensor de los asesinos (de ETA)", que Santisteve desmintió. El asunto está en los juzgados.