Antonio Banderas siempre se ha caracterizado por ser un español en EEUU. Ahora, por difundir la imagen de España en el país y en el conjunto de Norteamérica, el rey Felipe VI le entregó ayer el premio Camino Real, promovido por el Instituto Franklin para reconocer la labor del actor malagueño.
El Rey subrayó que Antonio Banderas es un «claro ejemplo» del «talento, ingenio y versatilidad» que España «es capaz de dar» y ya forma parte de «la larga historia de unión» entre este país y Norteamérica, una tierra que los españoles sienten cercana e incluso parte de su identidad.
Por su parte, el actor, que asistió a la Universidad de Alcalá de Henares acompañado por su novia, Nicole Kimpel, afirmó que con Donald Trump es más difícil ser español en EEUU, al mismo tiempo que subrayó que, de momento, «nada de lo que está saliendo de esta Administración» estadounidense «apunta a algo positivo».
Pregunta sobre si es más difícil ser español en EEUU desde que Trump es presidente, el célebre actor malagueño aseguró que sí, «desgraciadamente», y contó el caso de un sobrino suyo que estudió cinco años en la Universidad del Sur de California y ahora «está teniendo problemas para volver a entrar» y completar unos cursos de máster.
Su sobrino se ve obligado a cumplir «unos protocolos que antes no existían», añadió Banderas, para quien la Administración de Trump está estableciendo «muchos más muros» que el de la frontera con México, unos «muros virtuales» que van a impedir la tradicional fluidez con que en EEUU se producía ese fenómeno de «fusión» a la hora de «recibir a estudiantes de todo el mundo».
Banderas también expresó su intención de implicarse «mucho más» en la vida cultural de Málaga, y adelantó que que intenta poner en marcha en un edificio de la Plaza de la Merced, el lugar de la ciudad «donde nació Picasso», un «equipamiento cultural» que incluirá un teatro profesional, otro «más experimental», jazz, flamenco y «probablemente» también «una televisión de calidad».
El ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, los embajadores en España de Canadá y México y el consejero cultural de la embajada de EEUU asistieron a esta ceremonia, en la que Felipe VI definió a Banderas como «un español universal» y como «un referente y un modelo de superación personal y profesional».
«Por tu trabajo y tu tenacidad, has conseguido que los españoles se sientan orgullosos de tu buen hacer y que seas querido y admirado por todos», destacó el monarca, tras recordar que es “uno de los españoles más polifacéticos”, que combina su condición de «actor de reconocidísimo prestigio» con «una infinidad de actividades dentro y fuera de su profesión».
