El videoartista norteamericano Bill Viola, uno de los principales referentes de este género, descubre al público su alma en la exposición retrospectiva sobre su obra producida por el Museo Guggenheim Bilbao con motivo de su vigésimo aniversario.

La muestra ofrece al espectador 27 obras realizadas a lo largo de su carrera, desde Cuatro estaciones, creada en sus inicios en 1976, hasta Nacimiento invertido, de 2014, que permiten observar la evolución tanto técnica, desde el monocanal al multicanal en alta definición, como artística de su carrera.

La estrecha colaboradora y esposa del artista, la australiana Kira Perov, manifestó ayer en la presentación, que Viola «cree que el papel del artista es descubrir el alma» en sus obras y aseveró que el videoartista norteamericano «lo ha conseguido» en la suya.

Apuntó también que, además de documentar los 40 años de carrera de Viola, quien estuvo en la presentación pero no participó por estar aquejado de una dolencia que se lo impide, la muestra refleja su interés por explorar la esencia del ser humano a través de sus distintas facetas, como el nacimiento, la muerte, la espiritualidad o la pasión.

Destacó quem para explorar con detenimiento la esencia del alma humana, el artista ralentiza la acción, lo que hace que sus obras tengan una duración que van de los 10 a los casi 35 minutos. Otros temas abordados por Viola a lo largo de su carrera y que se muestran en la exposición son la relación entre el hombre y la naturaleza, su interés por la vida humana, etc.