LA MANO IZQUIERDA DE DIOS

AUTOR Paul Hoffman

La Esfera de los Libros. 404 p. 22,50 u

Podría presentarse como una mezcla entre Robin Hood, El nombre de la rosa y el legado que va de Tolkien a George R. R. Martin. Podría presentarse como una fantasía épica realista, oscura y de aprendizaje en la que no faltan las traiciones, el humor y la pasión. Podría también presentarse como un inicio de trilogía que sorprende al modo de Patrick Rothfuss y El nombre del viento, ya que combina elementos tradicionales con una concepción aventurera del relato y unos evocadores toques de historia medieval alternativa. Pero si algo distingue desde su título a La mano izquierda de Dios es su deseo de ofrecer una visión paralela del hecho religioso, usando el sacrilegio como arma de denuncia y jugando a convertir el cristianismo en un tablero para mentes sin prejuicios. Por ello, y pese a alguna imperfección estructural y varios tiempos verbales incorrectos, la historia del elegido Thomas Cale entre Redentores, Antagonistas y Materazzi aspira a erigirse en uno de los hallazgos de género más inquietantes del semestre.

Criado en el cruel Santuario de Peña Shotover, Cale es un arisco adolescente que por una combinación de azares huye a la peligrosa Menfis. Tras una excelente primera parte en la que Paul Hoffman describe los abusivos hábitos de su orden de monjes guerreros, la aventura se traslada a una suerte de corte en la que Cale tampoco encaja, aunque su peculiar carácter, un extraño don para la batalla y la aparición de una fémina lo obligarán a permanecer en ella hasta la llegada de una guerra que seguirá en el próximo volumen.

Gracias a sus duras críticas a los excesos religiosos, La mano izquierda de Dios adquiere una dimensión moral insólita en fantasía. Gracias a ella Hoffman peca de buenas ficciones. En ellas, el único sacrilegio sería repetir lo que otros ya inventaron.