El día en el que la bomba atómica arrasó Hiroshima, el 6 de agosto de 1945, nunca se olvidará. Todavía hoy Japón sigue recordando a sus víctimas, pero de una forma muy pacífica: mediante el símbolo de la grulla de papel.

La Escuela Museo Origami de Zaragoza (EMOZ), que está íntimamente unida a la cultura japonesa, ha querido rendir homenaje y recordar esta importante fecha . Por eso, varios trabajadores del museo realizaron ayer talleres de origami junto a la oficina de turismo de la Plaza del Pilar.

La sesión matutina tuvo mucho éxito. "Por la mañana ha venido mucha más gente que por la tarde, ha estado lleno y ha habido ratos que han estado más de 50 personas", afirmó el director del museo, Jorge Pardo. Quienes se acercaron aprendieron a crear figuras sencillas como una caja o una rana, pero también significativas como pajaritas y grullas. Y todo con una hoja de papel, doblándolo una y otra vez.

"Estamos aquí no solo promocionando el museo, sino también para explicar la historia del origami y de por qué hoy 6 de agosto es tan importante. Hace 70 años desde que se lanzó la bomba atómica en Hiroshima. En Japón se hace ofrenda de grullas en el parque de Hiroshima como símbolo de paz. Los japoneses envían cada 6 de agosto miles y miles de grullas allí", explicó el director. En Zaragoza, este día se celebraba colocando un manto de papel a la Virgen del Pilar, y doblando grullas y pajaritas en la Plaza del Pilar.

De la misma forma que la grulla es el símbolo de la paz japonés, la pajarita puede considerarse el símbolo español gracias a Ramón Acín y su monumento de Las Pajaritas, dedicado a la papiroflexia y situado en el Parque Miguel Servetde Huesca. Como dato curioso y mayor incentivo para conmemorar este día, se debe saber que Ramón Acín murió, casualmente, un 6 de agosto. .