El profesor, historiador y teólogo Álvaro López Asensio ha descubierto y traducido dos singulares manuscritos en hebreo que se encuentran en el Archivo Diocesano de Zaragoza. Uno pertenece a un pasaje del Talmud y el otro hace referencia a un préstamo entre dos judíos de Tauste.

López Asensio, autor de numerosos libros sobre la judería de Calatayud, que se ha convertido en gran parte gracias a su trabajo en la mejor estudiada de España, explica que hallar textos en hebreo «es una rareza, porque tras la expulsión de los judíos los escritos y los libros en esa lengua fueron destruidos por los comisarios de la expulsión para borrar toda huella judía».

El hallazgo se produjo mientras el historiador buscaba documentación para su una nueva publicación sobre la judería bilbilitana en el Archivo Diocesano de Zaragoza, situado en el Palacio Episcopal de la capital aragonesa. «Fue el archivero el que me dijo que había visto ciertos documentos en escritura hebrea al hacer inventario y así los localizamos. Uno de ellos era un pasaje del Talmud que se había reaprovechado como guarda o tapa para encuadernar otros legajos posteriores a la expulsión».

«Hay que recordar -continúa López- que la Inquisición perseguía a los conversos por judaizantes y para evitar la tentación de que volviesen al judaísmo destruyeron todo resto escrito en hebreo, de ahí que este tipo de escritos prácticamente solo se encuentren así, reutilizados en encuadernaciones».

Este texto está escrito en letras hebreas de gran tamaño y belleza sobre pergamino y sus medidas son de 43 centímetros de altura por 22 de anchura, La hoja corresponde a un pasaje del tratado Babá Kammá 27ª, 1-2 del Talmud Babilónico. «Este tratado talmúdico se le conoce como Primera Puerta y corresponde, por su contenido, a lo que en lenguaje jurídico moderno se llamaría derecho civil, fijando los daños ocasionados a otra persona o a su propiedad», explica el investigador.

préstamo crediticio / El otro documento se halló al inventariar el pleito civil al que hace referencia. El documento, una hoja escrita por las dos caras con elegante letra hebrea corresponde a un contrato hipotecario o crediticio donde el judío de Tauste Haym Abenforna presta cien sueldos jaqueses al también judío de ese lugar Lezar Abenforna. El contrato se formalizó el 14 de agosto de 1.480. En él se explica que el deudor Lezar Abenforna se compromete a devolver al prestamista dicha cantidad, que incluye capital e intereses repercutivos, en ocho años, concretamente el 30 de julio de 1488. Esta hoja en hebreo, está inserta en un proceso canónico de la iglesia fechado en 1493, un año después de la expulsión. El proceso lo inicia el propio acreedor Haym Abenforna con el nombre de Jayme García, ciudadano de Zaragoza y maestro en Medicina. Para evitar la expulsión se bautizó con ese nombre cristiano. El converso actúa contra Pedro Loppez, vecino de Tauste por razón de un testamento de su padre Luys Loppez (posiblemente el deudor del crédito, Lezar Abenforna, y por ello también converso). «El proceso está incompleto, por lo que se desconoce como acaba, de ahí lo curioso del pleito», concluye Álvaro López.