El Taller-Escuela de Cerámica de Muel expone desde mañana hasta el 30 de junio la obra creativa de 18 ceramistas aragoneses (o que trabajan en Aragón) de los últimos 25 años, en una muestra titulada La Puerta del Futuro. Cerámica aragonesa para el siglo XXI , que pretende "poner en valor los trabajos de los distintos talleres" y mostrar "las tendencias de futuro" en que se mueve la cerámica de autor en esta comunidad.

Así lo manifestó ayer el vicepresidente segundo de la Diputación de Zaragoza y delegado de esa escuela taller, la única de carácter público en Aragón, José Antonio Acero, quien afirmó el carácter del centro "no sólo de producción, sino también de exposición y muestra".

Esta consta de 127 piezas de Carmen Pérez, Ana Felipe, Juan A. Jiménez, Antonio Cobos, Angeles Casas, Mariano Calvé, Carlos Izquierdo, Javier Fanlo, todos ellos con exposiciones individuales a partir de 1980, y también de los que expusieron por primera vez en la siguiente década: Alberto Andrés, Jesús Sanz, Daniel Franco, Miguel Molet, Amado Lara, Lola Royo, Adolfo Giner, Lourdes Riera, Dominique Goffard y Teresa Vicente. De los 18 artistas participantes, dos trabajan en Huesca, cuatro en Teruel y 12 residen en la provincia de Zaragoza.

LA PUERTA DEL FUTURO

De todos ellos se podrán ver algunas piezas representativas de su modo de trabajar, así como una pieza nueva de cada uno de ellos, guiada por un tema común: la puerta. La puerta del futuro , señaló Acero, "se convierte así en una pequeña antología y algo más: una reflexión, todavía en los umbrales de este nuevo milenio, sobre el futuro".

El comisario de la muestra, Fidel Ferrando, reconoció por su parte que el futuro de la cerámica "incluye tantas emociones que es casi imposible imaginarlo", y aclaró que una vez saltado el umbral, en la década de los 70, de las artes aplicadas o decorativas a las bellas artes, la cerámica aragonesa ha marcado tendencias dentro de los movimientos artísticos en España.

La Diputación Provincial ha preparado un catálogo en el que se incluyen varios trabajos: el primero corre a cargo de Fidel Ferrando y en él se realiza un repaso teórico por los grandes momentos de la cerámica, desde el Neolítico, pasando por el descubrimiento chino de la porcelana en el siglo IX, la gran Exposición Universal Británica de 1851 que marca el punto de partida en Europa del arte moderno, confirmando la simbiosis entre el arte y el oficio, y el impulso dado en el siglo XX a la cerámica de la mano de Matisse, Picasso o Miró. Ferrando señala que una de las grandes tendencias hacia el futuro se centra en la incorporación del vidrio y de otros materiales. La estética contemporánea busca propuestas interesantes de unión entre cerámica y arquitectura.