La sala Mozart, repleta de niños, fue ayer una especial sustituta de las aulas de colegios e institutos. Acogía el concierto pedagógico del Auditorio de Zaragoza Érase una vez... la orquesta de cuerda, e se disponía a ser testigo del que iba a ser para muchos pequeños, el primer recital de música clásica al que asistían.

Dirigido por el director Juan José Olives, el grupo Enigma de la Orquesta de Cámara del Auditorio, comenzaba con La primavera de Vivaldi ante la atención de más de 1.500 alumnos. "¡Un momento, siempre empezáis sin mí!", interrumpe la Quinta cuerda, personaje interpretado por Asun Trallero y la encargada de presentar el concierto. Ella se va a ocupar de guiar a los más pequeños en un paseo por la historia de la música desde principios del XVIII hasta el siglo XX, con los grandes autores de diferentes épocas y sus obras más emblemáticas.

La Quinta cuerda presenta al público a los miembros de la orquesta y a sus instrumentos: los primeros violines, los segundos, las violas, los violonchelos y el contrabajo y los músicos muestran las diferencias de sus piezas, desde el timbre hasta el tamaño de todos ellos. Y después de un comienzo de la mano de Vivaldi, le toca el turno a Bach, Grieg, Pachelbel o Mozart, y la Quinta cuerda, a su vez, da detalles a los niños de las épocas en las que se compusieron aquellos temas. Incluso los chavales, en plena función, suben al escenarios para adivinar pasajes de obras como la Pequeña serenata nocturna, para experimentar los diferentes sonidos desde muy de cerca o para contemplar los movimientos de los músicos; mientras los que ocupan las butacas reconocen las obras puestas en escena, después de haberlas estudiado tantas veces en las clases de música.

Celia, del Colegio Escolapias, se muestra contenta una vez terminado el concierto. "Me he divertido mucho y he aprendido cosas nuevas sobre la música clásica", confiesa la pequeña antes de regresar a las clases. Isabel, profesora de música del Instituto Elaios, señala cómo este tipo de actividades son "imprescindibles para fomentar música clásica entre los alumnos"; y desvela que los próximos días harán "actividades escolares basadas en el espectáculo".

Dirigir para los niños

El director del concierto, Juan José Olivares, estima que "el principal propósito de los conciertos pedagódicos es acercar la música a los niños, que en este caso se hace a través de una de las formaciones más importantes de toda la historia de la música, la orquesta de cuerda". "No es ningún secreto que la música clásica en los últimos tiempos no llama la atención de los más jóvenes, que están absorvidos por otros estilos, pero me doy cuenta de que en estos conciertos existe el interés por escuchar y por participar", apostilla.

La sala Mozart volverá a acoger esta tarde el concierto en familia de Érase una vez... la orquesta de cuerda a las 19.00 horas.