Momentos antes de comenzar la comparecencia de Álex de la Iglesia y Costa-Gavras con motivo de sus premios Luis Buñuel, el director vasco trató de bromear con la directora: «Es una gran experta de fútbol femenino», aunque Azucena Garanto enseguida le cortó: «No sigas por ahí que habría mucho que debatir». En el ambiente, el partido de fútbol que ayer por la noche (calificado como el más importante de la historia futbolística de la ciudad) disputaba el equipo de la capital oscense. De hecho, al acabar la rueda de prensa, la propia directora insistió: «Recuerdo que, aunque haya un partido de fútbol, además de ello, esta noche a las 22 horas celebramos la gala del festival».

Y es que, se quisiera o no, todo giraba ayer alrededor del fútbol. ¿Cuántas probabilidades había hace seis meses de que la Sociedad Deportiva Huesca jugará los playoffs de ascenso a primera división? ¿Y de que le tocara disputar el primer partido en casa el mismo miércoles que el festival tenía programada la gran gala con Costa-Gavras y Álex de la Iglesia? Pues todas ellas por escasas que fueran confluyeron ayer en Huesca. Con la agenda de los invitados cerrada hace mucho tiempo (de hecho, Costa-Gavras aseguró que «solo podía estar 24 horas en la ciudad») no le quedó otra opción al festival que tratar de competir con el fútbol.

De hecho, hasta había un plan b en la agenda oficial prevista para Álex de la Iglesia y Costa-Gavras. La idea es que un coche de la organización llevara a los dos premiados hasta la puerta de la Diputación Provincial de Huesca en los Porches de Galicia y que allí les recibiera la directora del festival, Azucena Garanto. Posteriormente, recorrerían unos metros para firmar, en la calle, dos retratos suyos (una tradición instaurada en el festival ya desde hace tiempo)... siempre que no hubiera un «desfile» de seguidores del Huesca y del Getafe por las calles. Por si acaso, el plan b era realizar esa firma ya en el interior de la diputación. Afortunadamente, no hubo que cambiar nada de lo previsto y todo transcurrió según lo planeado por la organización de la cita.

Referente en España

Lo cierto es que los más divertidos verbalizaron que «con el calor que hacía» (asfixante y agobiante, en torno a los 38 grados) quién iba a atreverse a recorrer las calles de Huesca. «¿Qué has venido, a ver el partido de fútbol, no?», se oían las bromas minutos antes de que comenzara la rueda de prensa entre los asistentes. Un acto que no se quisieron perder, entre otros, ni Luis Alegre ni el realizador vasco pero afincado en Zaragoza desde hace muchos años y ganador de un Goya por su cortometraje Abstenerse agencias, Gaizka Urresti.

Y es que ayer, el festival tenía un serio contrincante en un país en el que el fútbol está por encima de casi todas las cosas (cabe recordar cuando en plena locura por la Fiesta del cine, esta hubo que prolongarla un día más porque había coincidido su celebración con las semifinales de Champions con equipos españoles en liza)... por no decir de todas. Sí, también del cine político y de los cortometrajes por mucho que Álex de la Iglesia calificara ayer al de Huesca como «una referencia importantísima dentro de los festivales de cine españoles» y de que la directora Azucena Garanto destacara que los homenajeados ayer forman parte «de la esencia del festival ya que provienen del cortometraje y es importante que la gente que empieza pueda encontrarse con sus referentes».

De todas formas, pese al fútbol y al ambiente que se respiraba en la ciudad volcada con su equipo, el Teatro Olimpia acogió una gala en la que brillaron tanto Costa-Gavras y Álex de la Iglesia... y el que no fue, se la perdió. El cine sigue muy vivo en Huesca.