Mucho feminismo y poca política. Así se desarrollará la gala de entrega de los premios Goya el próximo sábado con Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla de maestros de ceremonias. Ambos -que han revolucionado las sonrisas en España pero que nunca han hecho sátira política- serán fieles a su humor abstracto, surrealista, manchego y blanco. «La política ha saturado a la gente. Se pueden hablar de más cosas, ¿verdad?», afirmó ayer Reyes en la Academia del Cine, donde presentó junto con Sevilla las líneas generales de la velada, que será emitida en directo por TVE-1. Haciendo gala de su ingenio, los miembros chanantes -que en anteriores ediciones de los Goya colaboraron con algunos números de humor- dejaron claras sus principales preocupaciones para salir airosos del reto: «quedar guapo en pantalla» (Reyes) y «estar sobrio» (Sevilla).

EL CONSEJO DE DANI ROVIRA

Salga como salga, ambos han decidido cumplir a pies juntillas el principal consejo de Dani Rovira: no mirar las redes sociales. El actor malagueño llegó a arrepentirse de haber presentado los Goya tras los «insultos, críticas y desprecios» vertidos en Twitter. El calentón no le duró mucho porque al año siguiente volvió a hacerlo. En el 2018, sin embargo, ha decidido dar paso a nuevas caras y declinar la oferta de la Academia para presentar la cita más importante del cine español por cuarta vez consecutiva.

Presentar los Goya es un «oficio de valientes», según Nora Navas, vicepresidenta de la Academia, que dio la bienvenida a la institución a los chanantes (la presidenta, Ivonne Blake, sigue recuperándose del ictus que sufrió hace semanas). El humor «inteligente y surrealista» de Reyes y Sevilla hará, en opinión de la actriz, que la audiencia televisiva suba. Para ello, es fundamental que la gala no se alargue en exceso. Sevilla y Reyes lo saben, pero hay poco que hacer. Es una batalla perdida reclamar que empiece antes y no a las diez de la noche, una vez que se hayan emitido el Telediario e Informe semanal. Para ello, Sevilla y Reyes tienen un plan de choque: rociar con agua a presión y sacar del escenario al que se prolongue demasiado en sus agradecimientos.

Los chanantes -que se autodefinen como «fans de las galas de cine»- sí apelarán a la lucha feminista. «Somos dos presentadores varones, es verdad. Eso no lo podemos cambiar. Pero también haremos nuestro especial homenaje a la mujer. Es una moda muy positiva la de defender a la mujer», destacó Sevilla sin darse cuenta de que, posiblemente, no había escogido la mejor palabra («moda») para definir el hartazgo de las mujeres del mundo del cine con los abusos sexuales a raíz del caso Weinstein.

En todo caso, es de esperar que los Goya sigan la estela de los Globos de Oro y los Feroz e incluyan en su guion numerosas alusiones a la lucha de las mujeres por terminar con los abusos. Los creadores de Muchachada Nui y La hora chanante dejaron claro que pondrán en valor el hecho de que dos de las cinco películas nominadas al Goya más noble (el de mejor filme) estén dirigidas por una mujer: Verano 1993 (con la que Carla Simón se impuso en los Feroz) y La librería (con la que Isabel Coixet ganó los Forqué).

Regresando al humor con el que han creado un vocabulario propio, Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla hicieron hincapié en que tratarán de llevarse bien en el escenario y no quitarse la palabra. Su objetivo es ser fieles a su estilo de humor, pero dando una vuelta de tuerca para no repetirse. Por ello, han decidido no realizar los números de celebrities (imitación calcada de personajes) que tanta fama les han proporcionado. «Eso sería lo fácil y nosotros vamos a esquivar lo fácil», concluyeron.