La vuelta a los escenarios y la «buenísima» acogida del último trabajo de Iván Ferreiro, Casa, desde que saliera a la venta en octubre, son las razones por las que el cantante vigués se muestra «encantado», a la vez que manifiesta su deseo de «disfrutar de esta temporada tan buena».

Tras un largo periodo sin ofrecer conciertos y que dedicó a componer su sexto LP de estudio, Ferreiro admite que actualmente no echa «nada de menos parar» y que está disfrutando «de cada fin de semana, de cada concierto», como el que esta noche ofrece en la sala Oasis.

Sobre este regreso a las tablas abunda en que él y su banda están teniendo una gira «fantástica» y también se muestra satisfecho de las buenas críticas que ha recibido su último álbum.

Casa es un disco que, detalla, ahonda en los sentimientos de las personas, la soledad o la libertad y que tuvo un calmado y pulido proceso de creación en su hogar «muy bonito, muy divertido y muy emocionante».

Reflexiona el cantante acerca de sus composiciones que hay que valorar «las pequeñas cosas y las grandes cosas», puesto que «para hacer canciones sobre cosas grandes hace falta hablar sobre las cosas pequeñas. Y a veces al revés, para hablar de algo pequeño hay que mirar al universo».

Un universo en el que, para Ferreiro, se desarrolla el proyecto de la humanidad, puesto que todavía «somos primates camino de ser seres humanos. Solo somos monos en esa dirección».

Actualmente está acompañado en el escenario por su hermano Amaro y Emilio Saiz (guitarras), Pablo Novoa (teclados); Marta Toro (teclados y programaciones), el productor de su disco Ricky Falkner en el bajo y, en esta ocasión, Tony Toledo, a la batería.