Uno de los objetivos del Festival de cine de Zaragoza es el de dar a conocer los trabajos de jóvenes realizadores. Y anoche se cumplió esa máxima con el preestreno de Refugios, la ópera prima del aragonés Alejandro Cortés. Horas antes, en conversación con este diario, el realizador decía sentirse "nerviosico", al mismo tiempo que emocionado por reunir en los cines Aragonia a parte del equipo aragonés, como Raúl Sanz, Salomé Jiménez, Nacho Rubio, Luisa Gavasa, María José Moreno, Gabriel Latorre, Chema Mazo, Laura Contreras, Jorge Asín, Laura Gómez-Lacueva, Eugenio Arnao y Joni Rojo, así como por miembros de los departamentos técnicos, participantes en el crowdfunding y otros invitados.

A Cortés le hizo mucha ilusión porque es "un apoyo supernecesario", sobre todo porque en el equipo hay mucha mirada femenina, como la directora de fotografía, de arte, la diseñadora... "Me he rodeado de una sensibilidad que ellas como amigas me han permitido", reconoce.

Refugios, una coproducción hispanoargentina, expone la dependencia emocional entre dos hermanos, Pablo y Julieta, y su amigo Alberto. El pasado se entrecruza con el presente y condiciona el futuro de los personajes. Para Cortés, Refugios es "ese lugar inalcanzable en el que los tres personajes son más ellos y donde consiguen cerrar sus heridas", explica. Para él, el cine.

UN PROYECTO LARGO

Alejandro Cortés comenzó con este proyecto en el 2012, cuando escribió el guion, aunque no se ha hecho realidad hasta el 2015. Han sido necesarios 20 actores y un rodaje complicado, ya que fue necesario "grabar con una cámara de los 60 para la parte de la película que habla del pasado y cómo nos veíamos entonces" y otras para la época actual, "con la calidad de ahora".

El director califica Refugios con "cine de autor" pero "no solo de aquí" sino que comparte culturas, de hecho se formó en Buenos Aires y ha viajado por diversos países para aprender "de gente que sabe más que yo". Por eso, afirma que es una "película aragonesa y argentina"; porque "el acento es nuestro, pero el estilo se comparte con el cine argentino que admiro mucho".

Cortés llega a Zaragoza desde la India, donde se proyectó su película y la acogida fue "maravillosa". "La película se completa con los espectadores, porque se hace para compartirla", dijo con respecto a la exhibición de anoche. "Me ha costado llegar pero el esfuerzo mereció la pena", quiere pensar. El siguiente paso es ir "a festivales" para luego buscar un distribuidor y que pueda llegar a las salas comerciales.

Pero mientras tanto no para y sigue embarcado en proyectos variopintos. Si hace diez años apostó por una investigación del vocabulario aragonés, Charrada; y hace cinco, por un festival de creación emergente como Equiart, además de ilustraciones, pintura, cortometrajes, etc... ahora sigue con sus dos facetas cinematográficas, está preparando su segunda película, Mirada de vidrio, un thriller de personajes oscuros; y una miniserie, Encarnaciones, "más vinculada con el humor negro y absurdo".

GALA DEL ANIVERSARIO

La programación del Festival de cine continúa hoy con un encuentro con David Yáñez y la proyección de Mil pedazos de algo, en el Centro de Historias, a las 11.00. A las 17.00 horas, se verá Pichuco, de Martin Turnes. En la Filmoteca (17.30 y 20.00) continúa la exhibición de los documentales a concurso. En El Corte Inglés (18.00), el festival se acerca a los cortos de Tadeo Jones; y y en el CC Universidad (19.30) a los barrios. La sala Luis Galve del Auditorio acoge, a las 20.30, la gala aniversario de los festivales de Zaragoza, La Almunia y Fuentes de Ebro --los tres cumplen 20 años-- bajo el título Que 20 años no es nada.