Con 15 minutos explosivos, llenos de imágenes crudas combinadas con versos del Corán, el polémico político holandés Geert Wilders estrenó ayer en internet su película Fitna (enfrentamiento o guerra, en árabe) para denunciar y atacar el extremismo islámico. Nada más aparecer el vídeo en el portal Liveleak (www.liveleak.com), se reunió un gabinete de crisis del Gobierno holandés, mientras que todas las fuerzas de seguridad fueron puestas en alerta.

"He hecho una película correcta", comentó el propio Wilders, del derechista Partido por la Libertad (PVV), poco después de que a las 19.30 horas se pudiera visionar por primera vez el cortometraje anunciado hace meses. Seguramente no pensará lo mismo parte de la población de países islámicos. Tanto Holanda como la Unión Europea y la OTAN temen en los próximos días protestas y actos de violencia parecidos a los que se originaron tras la publicación de unas caricaturas de Mahoma en un periódico danés.

El documental Fitna comienza y acaba precisamente con una caricatura de estas, con la del turbante de Mahoma en forma de bomba. En solo una hora, el portal de la película ya alcanzó casi dos millones de visitas. Empieza con algunos versos del Corán y oraciones de imanes radicales, intercalándolos con imágenes de los atentados del 11-S en Nueva York y de cadáveres del 11-M de Madrid. La película acaba con la misma tesis que Wilders ya ha defendido repetidamente: "El Gobierno nos dice que debemos respetar al islam, pero el islam no nos respeta a nosotros", escribe Wilders. "El islam pretende la destrucción de la sociedad occidental. Debemos vencer a la ideología islámica. Frena el islam, defiende la libertad", es su llamamiento final.