Jihad Faqeh tenía 8 años y ayer murió por disparos de soldados israelís en Naplusa. Un niño más engorda la lista de víctimas de la Intifada en unas circunstancias que no por habituales dejan de ser trágicas: un grupo de palestinos lanza piedras a los militares y éstos abren fuego.

Como también es habitual, diferentes versiones circularon ayer sobre lo ocurrido. Según fuentes palestinas, un grupo de jóvenes atacó a un jeep con piedras y los soldados abrieron fuego, matando al pequeño Jihad cuando salía de clase en una callejuela cercana. Según fuentes militares, hubo "fuertes enfrentamientos" en los que los palestinos lanzaron dos explosivos al vehículo. Otros 15 palestinos, según fuentes sanitarias, resultaron heridos.

Donde no hay que lamentar víctimas, por el momento, es en la reocupación de Belén. Allí el Ejército israelí prosigue con sus detenciones (una cuarentena en cuatro días) y el toque de queda sigue en vigor, según los propios habitantes de la ciudad, a pesar de que un ligero repliegue hizo que ayer circulara el rumor de una retirada.

El diario Yediot Ajronot publicó ayer que no sólo no existen planes de retirada de la ciudad bíblica sino que el Ejército se plantea seguir en Belén incluso durante las fiestas navideñas. Todo ello pese a las presiones de EEUU para que las operaciones en Belén acaben "lo antes posible".

Con las primarias del Likud a la vuelta de la esquina y las elecciones generales convocadas para el 28 de enero, Ariel Sharon no tiene un gran margen de maniobra para planear las operaciones militares. Una retirada no sería bien recibida por un electorado que le exige seguridad, pero EEUU necesita que el patio de Cisjordania no sabotee sus esfuerzos para lograr el apoyo árabe ante un posible ataque a Irak.

Por otro lado, unos 3.000 peregrinos palestinos están bloqueados --la mayoría durmiendo al aire libre y en una delicada situación humanitaria-- cerca del puente de Allenby desde hace 10 días, ya que las autoridades jordanas les impiden entrar en el país en su camino hacia La Meca. Jordania teme que los peregrinos se queden en el país a causa de la desesperada situación de Cisjordania.

La madrugada del lunes, al menos dos personas murieron y otros siete fueron heridas, entre ellas tres policías, en nuevos disturbios en Maan, uno de los feudos integristas islámicos de Jordania.