Aznar, marioneta, a Cuba se la respeta!", corearon ayer centenares de miles de cubanos frente a la Embajada de España en La Habana. El presidente cubano, Fidel Castro, encabezó la denominada "marcha del pueblo combatiente" hasta la sede diplomática española, mientras que su hermano y ministro de Defensa, Raúl Castro, se puso al frente de otra gran manifestación frente a la Embajada de Italia.

Más de un millón de cubanos fueron movilizados contra la "bochornosa, traicionera y servil" sanción diplomática que la Unión Europea (UE) impuso a Cuba la semana pasada. Horas antes, Castro arremetió por televisión contra el jefe del Gobierno español, José María Aznar, al que llamó "caballerito", "cobarde" y "führercito con bigotico" y lo acusó de tener "ideas nazifascistas".

"Franco fue mucho más astuto; maniobró y mantuvo un absoluto nivel de tenacidad en lo que se refiere a Cuba", dijo Castro durante una emisión televisiva. El líder cubano tildó a Aznar y a su colega italiano, Silvio Berlusconi, de "bandidos y fascistas", y calificó la declaración de la UE sobre la isla de "papelucho grosero e insolente". Los Quince adoptaron las sanciones por unanimidad, a raíz de la condena de 75 disidentes cubanos y el fusilamiento de tres secuestradores de un barco. Pero Castro responsabilizó a España e Italia de la decisión europea.

El líder cubano llamó "payaso" y "Burlesconi" a Berlusconi. De Aznar, afirmó: "Desde un punto de vista político y moral, es un cobarde". Las imágenes de los líderes europeos caricaturizados como Mussolini y Hitler llenaron buen número de las pancartas de las ingentes marchas; otras rezaban simplemente: "Führercito y Burlesconi". Frente a las embajadas, los manifestantes desplegaron más pancartas: "Aznar, en 1898 nos vendieron a EEUU, hoy vendes tu país al imperio", "Si en 1898 no pudieron con nosotros, cien años después ni lo intentes", "Abajo la UE, liante económico y enano moral".

RESPUESTAS Mientras el partido de Berlusconi, Forza Italia, afirmó que las acusaciones y amenazas de Fidel son "inaceptables", el vicepresidente segundo del Gobierno español, Rodrigo Rato, declaró: "El Gobierno cubano es muy libre de organizar frente a las embajadas las manifestaciones que le parezcan convenientes, pero lo que tiene que hacer es garantizar los derechos humanos y las condiciones de vida de sus ciudadanos". La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, rechazó las críticas del Gobierno cubano, recordó que "las posiciones en la Unión Europea se alcanzan por consenso" y, para "no subir el tono del debate", rechazó "entrar en especulaciones" sobre el futuro de unas relaciones que "pueden mejorar".