La crisis ha golpeado con fuerza al sector juguetero chino, que produce entre el 70% y el 80% de los juguetes de todo el mundo y emplea a cuatro millones de personas. Un total de 3.631 exportadores, más de la mitad de los que había, han cerrado este año, y Pekín prevé que las quiebras seguirán durante todo el año que viene.

La más sonada fue la del gigante Smart Union, que fabrica para multinacionales como Mattel y Hasbro. La crisis llega en vísperas de Navidad, la temporada más alta de ventas. Los expertos opinan que ello puede aumentar los precios.