Las excavadoras ya están preparadas. Irlanda del Norte va a borrar de su paisaje el lugar donde miles de republicanos y lealistas gestaron a lo largo de tres décadas las más sangrientas campañas terroristas. De la cárcel de alta seguridad de Maze, con un historial de protestas políticas, huelgas de hambre, una fuga de película y alguna ejecución a sangre fría, va a quedar muy poco.

El Gobierno británico presentó el pasado martes un plan para construir un estadio deportivo con capacidad para 42.000 espectadores, un hotel de lujo y un centro de exposiciones. En el solar de 145 hectáreas que ocupa el recinto carcelario, clausurado en septiembre del 2000, habrá cabida además para varios restaurantes, cines e incluso un centro ecuestre cubierto. El nuevo complejo, cuyo proyecto se encuentra todavía pendiente de aprobación, tendrá un presupuesto de 175 millones de euros y estará situado a un veintena de kilómetros al oeste de Belfast, cerca de Lisburn, en el condado de Antrim.

"SÍMBOLO DE UNA NUEVA ERA" Los cuatro principales partidos políticos de Irlanda del Norte estuvieron presentes durante el lanzamiento del gigantesco proyecto de regeneración, que pretende ser el símbolo de una nueva era de paz y prosperidad económica para el Ulster. "Existe la posibilidad de abrir un nuevo capítulo en este lugar", manifestó Paul Butler, el representante del Sinn Féin, que ha aceptado el plan de remodelación después de haber pactado algunas exigencias.

En las nuevas instalaciones de la cárcel de alta seguridad de Maze habrá un lugar de peregrinación para los republicanos nostálgicos y un llamado "centro internacional para la superación de conflictos" destinado a promover la reconciliación.

Las autoridades británicas han decidido conservar el bloque 1 y el ala del hospital donde en 1981 murieron en huelga de hambre Bobby Sands y otros nueve prisioneros del IRA. Sands, que entonces era diputado, se convirtió tras su fallecimiento en un mártir legendario. "La mayor preocupación del Sinn Féin ha sido la de preservar una parte del recinto, dada su importancia histórica, no solo para los republicanos, sino para toda la comunidad en general", declaró Butler.

Construida en el antiguo centro de detención de Long Kesh, por la prisión de Maze pasaron en total unos 25.000 presos republicanos y lealistas. El recinto carcelario, rodeado por un muro de hormigón de cinco metros de alto y 2,2 kilómetros de largo, estaba dividido en ocho bloques en forma de H, con celdas capaces de albergar unos 3.000 prisioneros, que estaban vigilados desde 12 torretas del Ejército de nueve metros de altura.

ACONTECIMIENTOS ESPECTACULARES Además de la huelga de hambre del IRA, con la que finalmente los presos consiguieron poder vestir su propia ropa, la cárcel de Maze fue el escenario de algunos acontecimientos espectaculares. En septiembre de 1983, 38 republicanos se escaparon del Bloque 7, protagonizando la mayor fuga en la historia reciente del Reino Unido. En diciembre de 1997, el jefe de la Fuerza de Voluntarios Unionistas, Billy Wright, fue asesinado por otro preso del grupúsculo republicano Ejército de Liberación Nacional Irlandés.

En enero de 1998, la entonces ministra británica para Irlanda del Norte, Mo Mowlam, visitó por sorpresa la cárcel de Maze y se entrevistó con los capos lealistas más impopulares, para que respaldaran el acuerdo de Viernes Santo. En el bando republicano, el apoyo de los presos de Maze fue decisivo para que el proceso de paz fuera posible y el IRA dejara las armas.