EL MÁS SANGRIENTO de todos los atentados tuvo lugar en Balad Ruz, en la provincia de Diyala, donde una mujer suicida mató a 22 personas e hirió a otras 33 en una cena de ruptura del ayuno del mes de Ramadán. En la capital, dos coches bomba hicieron explosión consecutivamente y mataron a 12 personas.