Después desde que se puso en marcha la reordenación de las líneas de autobús en la capital, ya son varias las entidades vecinales de la margen izquierda y La Almozara que han hecho públicas sus quejas por la pérdida de calidad que considera ha sufrido el servicio.

LA ALMOZARA

Es el caso de La Almozara, donde Manuel Izuel, presidente de la AVV Pablo Gargallo, asegura que la reciente reordenación del servicio de trasnporte urbano les afecta de manera muy grave. "Somos un distrito marginado", afirma. Y es que, según dicen, este plan les ha dejado totalmente limitados. El recorrido del tranvía no se acerca al barrio y ahora los vecinos se han quedado sin las únicas líneas que les comunicaban con el resto de la ciudad, los autobuses 42 y 34. "Nos han tirado a mitad del camino", comenta. Izuel no se explica cómo se ha permitido este cambio ni cómo la gente no ha salido a la calle.

Hace unos años desde la asociación reclamaron una línea de autobús que uniera el barrio con los distritos del Centro, Las Fuentes y San José, pero en su lugar crearon las líneas Ci1 y Ci2, que tan solo recorren la zona del extrarradio del barrio y no cubren un servicio realmente necesario.

Con la llegada de septiembre, el presidente espera ver lo que se puede hacer como protesta. "No puede ser que las asociaciones de vecinos no nos movamos, así parece que estemos dándoles el consentimiento", declara Izuel. Además, el presidente tiene claro que el despido de trabajadores de AUZ solo traerá repercusiones negativas. "Cuando más necesidades hay, echan a la gente, lo veo indignante", expresa.

ACTUR

Las quejas también se han avivado en el distrito Actur--Rey Fernando, donde a pesar de llegar el tranvía, son unos de los más afectados por estos cambios en la red de autobuses urbanos. De hecho Emilio Rodríguez, presidente de la AVV Actur--Rey Fernando, denuncia que han desaparecido prácticamente todas las líneas de autobús que llegaban a la parte norte del barrio. Por ello, de cara a septiembre la asociación tiene previsto organizar movilizaciones de protesta. "Veremos cómo evolucionan las cosas cuando llegue septiembre, la gente vuelva al trabajo y los estudiantes a los colegios y a la universidad", explica Rodríguez. Y es que agosto es un mes en que la actividad no es la habitual por lo que todavía no cuentan con muchos datos para hacer una valoración de los recortes en los servicios de autobús urbano, por lo que justifica "estar en pausa". Sin embargo, una vez que empiecen a funcionar las frecuencias normales de autobús y la ciudad recupere su ritmo habitual, dice, "tomarán decisiones". Además, respecto a los despidos de trabajadores en la empresa concesionaria, Emilio Rodríguez tiene claro que tras ello el transporte público no podrá ofrecer el servicio que tiene contratado, lo que afectará a los usuarios y se traducirá en peores frecuencias.

Pero no solo las entidades vecinales están siguiendo de cerca esta reordenación. Así, el presidente de la Junta Municipal Actur--Rey Fernando, Carmelo Asensio, dice que esta "ha afectado de forma pésima al barrio". Según Asensio, a la hora de definir los cambios en las líneas urbanas "se llegó a un prematuro acuerdo con las dos entidades vecinales más grandes, Unión Cesaraugusta y Federación de Barrios, pero no se hizo caso a las demandas reales de los vecinos". De hecho, ya por aquellas fechas la Junta Municipal pidió que se mantuvieran líneas como la 23, 44 o 45, imprescindibles y básicas para el transporte de sus vecinos, y consideran necesario seguir reclamando para que se mejoren o se recuperen en algunos casos.

Además, Carmelo Asensio recuerda que desde CHA han impulsado una oficina virtual para quejas y propuestas con relación al transporte urbano en las que ya han recibido más de 200, muchas de ellas centradas en los distritos de Actur--Rey Fernando, Santa Isabel y Casablanca, precisa. "No me quiero imaginar cuando los problemas se acentúen en septiembre, cuando la gente vuelva al trabajo y al colegio", avanza Asensio. Pero junto a las quejas, los vecinos también mandan propuestas, algo que desde CHA consideran muy interesante: "Veremos y analizaremos las quejas y las propuestas y después haremos una propuesta de mejora".

Asensio explica que en relación al distrito del Actur las propuestas que se plantean son alargar la línea 23 hasta el Campus Universitario Río Ebro y que la línea 44 llegue hasta el hospital Royo Villanova. Además de comunicar el barrio con la ciudad de la Justicia, donde habrá un flujo de unas 6.000 personas al día.

En cuanto a la ciudadanía en general, las quejas son de las líneas 21, 24, 30 y 40. La desaparición del 20 afecta sobre todo al Actur y a Casablanca, distrito donde solo cuentan con el tranvía como única alternativa de transporte público.

EL RABAL

Mientras en El Rabal, aunque finalmente no ha desaparecido ninguna línea de autobús como se planteó en origen, desde la AVV Tío Jorge su presidente, Rafael Tejedor, sí que destaca que ha aumentado mucho el tiempo de espera del 50. "Ha pasado de tener frecuencias de 15 minutos a tenerla de 30", asegura, con la consiguiente pérdida de calidad del servicio.