Los 15 votos a favor del PP en el pleno fueron suficientes, gracias a la abstención de CHA e IU, para que la unanimidad de la Junta Municipal de Santa Isabel se refrendara el pasado 27 de febrero en el pleno del Ayuntamiento de Zaragoza. Se aprobó su petición para que el bus de la línea 32 vuelva a su recorrido por el paseo Echagaray y la plaza Europa, a su paso por el centro de la ciudad, y para que se alargue la del 21 y, en lugar de finalizar su itinerario en la plaza Europa, llegue a Santa Isabel. Dos manifestaciones multitudinarias y un consenso vecinal tan alto para que, no obstante, sea difícil que se lleve a la práctica. Por las propias dudas que genera en CHA e IU y los elevados costes que representa.

Así lo defendió la responsable de Servicios Públicos, la socialista Carmen Dueso, quien mantuvo su voto en contra argumentando que la petición de Santa Isabel supondrá al resto de zaragozanos asumir un desembolso de "un millón de euros". La modificación de la 32, aplicada en el 2014 a petición de otros colectivos vecinales, obligó a pasarla por la calle San Vicente de Paúl y los paseos de la Mina y Constitución. Y esto se tradujo en un aumento "del 20%" del número de viajeros, pasando de los 4,68 millones anuales a "5,8", 1,2 más en un año. "La cuestión es si tiene lógica esta petición y es proporcional al coste", preguntó la edila, quien tachó de "populista" la petición del PP.

El concejal del PP y presidente de la Junta Municipal del distrito de Santa Isabel, Ángel Lorén, defendió que la petición es la que hace de forma unánime todo Santa Isabel, todos los vocales y de todas las siglas, así como 40 colectivos, y animó a trabajar por "facilitar la vida de los ciudadanos", ser "útiles" para sus necesidades.

Desde IU, Raúl Ariza, replicó que habiéndose opuesto a que se modificara el itinerario de la 32, su formación cree que debería regresar a Echegaray y Caballero pero que la petición de la 21 supondrían "359.000 kilómetros más al año", unos "1,38 millones" al resto de la ciudad. Y en CHA, Leticia Crespo coincidió en que el problema en Santa Isabel es "evidente" pero que ellos habían propuesto una semana antes una alternativa aún más viable: hacer que los buses interurbanos que pasan por allí también recojan y dejen viajeros en su recorrido. Porque atender esta demanda puede enfadar a otros distritos, como a los vecinos del Rabal.