El 25 de febrero de 2010, gracias a un acuerdo plenario, se otorgó derecho de superficie a favor de la Asociación Remar Aragón para la construcción de un centro de esa entidad. Pronto hubo una fuerte contestación vecinal, manifestada por diversos cauces, incluida la vía judicial.

Fueron meses de polémica, en los que los vecinos, liderados por la Asociación Entrelagos de Rosales del Canal, llevaron a cabo múltiples protestas, concentraciones, asambleas, etc., algo que también se evidenció en los plenos de la Junta Municipal de Casablanca, donde los vecinos del barrio acudían puntualmente para conocer el estado del tema. Por ello, "entendimos que no podíamos ser ajenos a esta realidad, y que teníamos que proponer herramientas para ofrecer una solución, sabiendo que la junta no tiene competencias en esta materia", explica la concejal-presidenta del distrito, Leticia Crespo.

Ahora, desenquistado el conflicto, ya que las obras se han paralizado y se busca el modo de reconvertir el edificio, "queremos agradecer a los vecinos y vecinas, especialmente a los de Rosales, su fuerza para mantener viva esta reivindicación. Al resto, porque siempre habéis mostrado vuestra solidaridad con ellos. Igualmente, quiero agradecer la estrecha colaboración que ha habido con los grupos políticos presentes en la junta sobre este tema", precisa Leticia Crespo.

Esas fueron las palabras que pronunció la presidenta en el último pleno celebrado en el distrito, el pasado 18 de septiembre, una cita en la que también mencionó expresamente a Pedro Navarro, "como portavoz de este tema del PP en el ayuntamiento, porque creo que, a pesar de los matices, hemos sido capaces de arrancar un compromiso", indicó Crespo.

Entre los vecinos se sabía que "este tema trascendía las competencias de la junta, pero creo que hemos estado en los momentos clave y, finalmente, se ha encontrado una solución", explica la edil. "Todos los grupos que la hemos apoyado --PSOE, PP y CHA--, no me cabe ninguna duda de que nos hemos dejado pelos en la gatera, pero finalmente ha imperado el sentido común", dice la presidenta de Casablanca.

Para poder hacer todas las reivindicaciones, Leticia Crespo recordó que se habían presentado varias mociones, "la última el 5 de julio", precisa, y se ha abordado el tema en un grupo de trabajo "en el que todas las partes implicadas y los grupos políticos llegamos a una solución de consenso", especifica.

Ahora toca echar cuentas y ver qué se hace, aunque los vecinos los tienen claro: un centro cívico. Una decisión que viene apoyada por la escasez de espacios públicos en el barrio. Es este caballo de batalla el que argumentaban, ya que la parcela en la que se enclavaba el centro de Remar era la única de titularidad pública que tenía el barrio de Rosales del Canal.

"Según los informes técnicos, el edificio se puede reconvertir fácilmente", puntualiza la presidenta de Casablanca. La inversión a realizar se ha cifrado en unos 2 millones de euros, utilizando como instrumento de gestión una sociedad municipal. "Es la mejor fórmula para encajar la asunción de este dinero", indica Crespo. Además, como la zona del sótano ya "está terminada, se puede utilizar para albergar almacenes municipales, evitando así pagar los alquileres que ahora costea el ayuntamiento, y que gestiona a través de Ecociudad, lo que supondrá un ahorro importante, de unos 300.000 euros".

Ahora habrá que esperar a que pase el tiempo. "Somos conscientes de que no es el momento de poder acometer grandes proyectos, ante la falta de financiación, pero sí que éste quizá pueda ser una realidad en dos o tres años", concluye Leticia Crespo.