Durante el primer trimestre en el CEIP Calixto Ariño tuvimos varias celebraciones típicas alemanas. Empezamos en octubre con la Oktoberfest del Pilar. La Oktoberfest es una fiesta que se celebra en Múnich, ciudad de gran tradición cervecera, entre los meses de septiembre y octubre, que atrae cada año a decenas de miles de visitantes e incluso se ha exportado a ciudades de otros países. En el colegio celebramos la velada preparando y bailando con los niños la canción Fliegerlied, característica de la fiesta, y repartiendo Brezel y bocadillos con salchicha.

El 11 de noviembre también celebramos el día de San Martín, al igual que en algunas ciudades alemanas. Esta fecha tiene una relevancia especial dentro de las costumbres de la sociedad alemana. En primer lugar porque marca el Martinstag o Día de San Martín. En esta fecha se recuerda al patrono de los pobres, los caballerangos y los soldados que, según cuenta la leyenda, nació en Hungría en el año 316 o 317 D.C. Martinus habría servido en las fuerzas armadas romanas, en cuyas misiones se habría encontrado a un indigente que padecía frío. Compadecido, el soldado habría hecho pedazos su propia capa, utilizando la espada, para dar abrigo al mendigo.

TRADICIÓN EN OTOÑO

Se trata de una escena de gran tradición en la Alemania otoñal. Decenas de niños marchan en procesión, acompañados de sus padres, iluminados por antorchas y resguardados por policías montados. Laterne, Laterne, Sonne, Mond und Sterne (Antorcha, antorcha, sol, luna y estrellas), cantan los pequeños, mientras por la calle los acompaña el ritmo de una música marcial. A su paso, van recolectando dulces y viandas que les obsequia la ciudadanía, también como parte de la tradición. Nuestros alumnos aprenden esa y otras canciones y marchan en procesión por el colegio, con los farolillos que elaboramos en clase, cantando a sus compañeros.

Y ya en el mes de diciembre, como preámbulo de las vacaciones de Navidad, nos visitó desde Alemania Sankt Nikolaus. El país germano recibe esa noche, la del 5 de diciembre, la visita de San Nikolaus. Predecesor de Papá Noel, este obispo reparte regalos y dulces entre los niños alemanes. La ilusión se mezcla con el miedo a recibir el castigo merecido por las malas acciones. Aún así, los zapatos y las chimeneas se llenan de presentes en las casas como por arte de magia.

Como los niños del colegio Calixto Ariño se portaron bien, Nikolaus les dejó también chuches para ellos y en agradecimiento los alumnos le cantaron unos villancicos: Sei gegrüsst Lieber Nikolaus y Lasst uns froh und munter sein. Ahora, a portarse bien para que vuelva este año.