Cuando algunos hablan de despropósito al referirse al nuevo hemiciclo y a su gloriosa presidenta, la señora Pastor, se olvidan que a veces es mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer, y de que llevamos más de 200 días sin gobierno. 216, concretamente, en el limbo político y en el purgatorio social. Es momento de dar esos primeros pasos para la formación de gobierno, por el bien común, y porque más tiempo de situación interina no favorece ni a Dios. Aparecer en los primeros puestos de algunos rankings internacionales puede ser interesante, pero entrar en el top de los 5 países con más tiempo sin gobierno solo por detrás de Bélgica (541 días), Moldavia (528), Camboya (352) e Irak (289), países con democracias débiles, jóvenes o pseudo-bananeras, con la excepción del primero, no conviene, por mucho que algunos expertos, haciendo paralelismos con los belgas, a los que nos les fue tal mal en ese periodo de desgobierno, pretendan hacer chanzas diversas. Es hora de llegar a un acuerdo. Chapó CIs por pactar, y bien la abstención nacionalista del PNV, Coalición Canaria y CDC. Ojalá que lo ocurrido en el Congreso augure las posibles alianzas, como aseguran los socialistas y podemitas, y se constituya un gobierno en minoría, ya. Si no hay un acuerdo, el Ejecutivo de Rajoy seguiría en funciones hasta otoño, y después, más de lo mismo, terceras elecciones. Un poquito de cordura. Paren de una vez esa enajenación transitoria y acaben con el sumatorio de días de abismo.

Periodista y Profesora de Universidad