Los agricultores ya parece que lo tienen claro y asumido, pero los recortes y la crisis vuelven a impedir en muchos casos una apuesta decidida por los seguros. Es la mejor forma de salvar un negocio que las tormentas torpedean muy a menudo. Es por ello por lo que el nuevo consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, tendría que volver a apostar por no recortar las subvenciones a los agricultores para la contratación de seguros agrarios. Con estas ayudas se podría ahorrar gastos posteriores de las arcas públicas cuando llegan las tormentas. La viabilidad de muchas explotaciones depende de esta herramienta de prevención tan importante que en los últimos años ha vivido malos momentos. Y sin un buen seguro se acaba perdiendo toda la cosecha y eso cuesta mucho dinero público.