La industria es el sector donde se asienta el empleo de más calidad. Su actividad es fundamental en la aportación de riqueza y su salud repercute directamente en los servicios, de los que tira. Un papel que las grandes empresas aragonesas apuestan porque lo siga jugando como palanca para la salida de la crisis y avanzar en la recuperación. Así se puso de manifiesto ayer en unas jornadas celebradas en Zaragoza que contaron con responsables de las firmas más importantes de la comunidad. Aragón tiene argumentos de peso para esta apuesta ya que su industria representa el 21% del PIB, cinco puntos más que la media nacional y el 17% del empleo frente al 13% de España, que ha visto cómo caían los puestos de trabajo del sector cinco puntos entre el 2000 y el 2012. La Unión Europea, que en su momento puso en duda su futuro industrial, ha rectificado y promueve un programa que aspira a alcanzar el 20% del PIB en el horizonte del 2020. La competitividad y la flexibilidad laboral son algunas de las herramientas propuestas para esos objetivos. El reto es ingente, pero Aragón parte de una posición que le favorece.