El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, está decidido a alejarse de la vida pública salvo que le sea encomendada una tarea específica, pero mantiene intacto su olfato político y su clarividencia. Así lo pone de manifiesto en una entrevista en la que reflexiona sobre el momento de incertidumbre que atraviesa el país. Considera que hubo un momento en el que fueron necesarios pactos entre PP y PSOE, habida cuenta de la necesidad de reformas que concernían por igual a los partidos mayoritarios y a España, opción implanteable hoy por un contexto nacional e internacional cada vez más complejo. El dirigente socialista, desde la atalaya de la experiencia y con una libertad de conciencia y de criterio acentuada por su pronta retirada, demuestra que sigue siendo una de las mentes privilegiadas del socialismo español.