El caso de la mujer de 57 años que quiso matar a su hijo incapacitado y luego suicidarse revela la necesidad de la detección temprana desde los servicios sociales de situaciones familiares límite. Mientras ambos se recuperan de graves lesiones en el hospital, el juez ha dictado una orden de alejamiento por la que la madre no podrá hacerse cargo del hijo. Es una medida lógica del juez, pero obliga a la DGA a hacerse cargo de la situación. Y a hacerlo con celeridad.