A comienzos de mes se reunió el Consejo de Salud, un órgano integrado por Administración, sindicatos, universidad, vecinos, etc. Presidió el consejero Oliván y se abordaron asuntos serios como el ébola o el CASAR y un sinfín de puntos en el orden del día. Pero a las 12 les dijeron que se levantaba la sesión porque la sala en que se encontraban estaba reservada, ante la incredulidad de los presentes. Por cierto, Oliván se fue a mitad de reunión.