La Consejería de Educación que dirige Dolores Serrat no ceja en el enfrentamiento con parte de la comunidad educativa, dando motivos continuados para la críticas que recibe. La última, la aprobación del currículo de ESO y Bachillerato a apenas un mes del final de curso y a solo seis días de que el actual Gobierno que aplica el desarrollo de la LOMCE pase a estar en funciones. Es decir, introduciendo nuevas aplicaciones metodológicas en los centros sin garantizar la estabilidad política capaz de ejecutarlos. Para los directores de instituto, ese cambio de metodología debería haberse publicado en febrero y no ahora de forma precipitada. La DGA argumenta que la LOE del 2007 también se aplicó por estas fechas, como si fuera un eximente. Ir contra el sector y casi en tiempo de prórroga no es nada defendible.